Monday, January 05, 2009

Mientras corremos al balcón de la solidaridad a ver los humos de Gaza nos distraemos de lo que ocurre en las habitaciones de nuestra casa. Cuatro distritos ayacuchanos han sido declarados en emergencia, con suspensión de garantías constitucionales y se encuentran bajo control militar, todo eso porque desde hace varios meses los ciudadanos de los distritos de Acos Vinchos, Chiara, Vinchos y Acocro reclaman a Perú LNG -la empresa a cargo de la construcción de un nuevo ducto desde Camisea-, una revisión de los acuerdos sobre los montos pagados por los impactos de la obra sobre sus propiedades individuales y comunales, contra sus formas de vida y el medio ambiente.
No es una situación exclusiva de estos distritos. En marzo y abril la zona de La Mar por donde transcurre la obra también fue escenario de protestas, movilizaciones a Tambo, reuniones entre pobladores y funcionarios de Perú LNG en Huamanga, etc. La tensión por los reclamos y el trato de la empresa determinó crisis comunales y de liderazgos debido a que las poblaciones se hacen más sensibles al significado de la obra una vez que esta avanza sobre sus hogares, entonces la demanda de información presiona sobre la organización y las representaciones . Aquella vez los medios tampoco abundaron en las demandas de las comunidades y sus distritos. La situación parece que fue resuelta con un cambio en los montos de reparación y compensación a favor de las comunidades.
El siguiente tramo es el que ocupan los distritos actualmente enfrentados y amenazados por la medida del gobierno. La revista Retablo publicó un reportaje sobre su situacion en el mes de diciembre (aquí en página 10). Si la situación esta tan poco clara y las tensiones vivas a lo largo de la ruta de la obra, ¿por qué no se prevee resolverlos antes de seguir a las patadas contra las poblaciones afectadas? ¿y los congresistas ayacuchanos?
El actual ducto del gas cruzará los distritos más pobres de Ayacucho y Huancavelica, cuya fragilidad institucional y la ausencia de protección de sus derechos de parte del estado da que pensar. Todavía los medios no dan más información acerca de la manera como se está compensando a los ciudadanos de estos distritos sobre el daño que hará el ducto sobre sus tierras. Tratándose de economías familiares precarias con sistemas de producción fràgiles, cabe alarmarse por lo que resulte del paso del ducto en sus vidas. No tenemos más información, ojalá se sepa más y no ocurra que amparados en el silencio los poderosos de ocasión resuelvan los conflictos en desmedro de la justa reparación de los pobladores afectados. Por supuesto, que hayan declarado en emergencia y que el ejército se instalé da con la medida del empeño por acallar la protesta y la necesidad de controlar el manejo de información. (ver aqui)