Tuesday, July 24, 2007

http://cifrascvr.wikidot.com/

FAQ Estadísticas CVR
PREGUNTAS Y CRÍTICAS FRECUENTEMENTE FORMULADAS SOBRE LAS ESTADÍSTICAS DE LA COMISIÓN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN DEL PERÚ
Daniel Manrique y David Sulmont
Documento elaborado entre el 2006 y 2007, con textos escritos desde el 2004
V1.1 Julio 2007
Sobre este documento
La presente es una compilación de preguntas y cuestionamientos frecuentemente formulados sobre las estadísticas publicadas por la Comisión de la Verdad y Reconciliación en su Informe Final.
Las preguntas y cuestionamientos recopilados han sido obtenidos investigando en los archivos de algunas listas de discusión en Internet y artículos periodísticos. En muchos casos han sido reformuladas, eliminando mucho del contenido no pertinente, haciéndolas más directas, e incluso en muchos casos más serias de lo que originalmente eran. Creemos haber sido justos con las preguntas y críticas planteadas, no simplificándolas para que sean fáciles de refutar ni tergiversado su sentido.
Nuestro propósito al hacer público este documento se limita a responder a estos cuestionamientos. No entramos a discutir aspectos "de fondo" relacionados con la interpretación de estos resultados ni de las conclusiones de la CVR. Aunque creemos que la discusión importante gira en torno a esos temas, también creemos que es importante aclarar algunos malentendidos acerca del estudio estadístico de la CVR debido a que las conclusiones derivadas éste son capitales para una adecuada comprensión del conflicto armado interno que sufrió el Perú entre 1980 y 2000.
¿Por qué no se ha respondido antes a estos cuestionamientos?
Varias de las preguntas y cuestionamientos que aparecen en esta lista han sido respondidas cuando han sido formuladas, tanto en presentaciones públicas como en algunos escritos circulados en Internet desde el 2003 hasta la fecha. Algunos cuestionamientos, sobre todo los de carácter más técnico, han sido contestados de forma más bien parcial y cualitativamente, aunque a nuestro juicio las críticas más severas han sido adecuadamente respondidas. Adicionalmente, en un gran número de casos la simple pero atenta lectura de lo ya publicado bastaba para absolver las preguntas planteadas.
Es importante entender que la CVR dejó de existir en agosto del 2003. Las personas que conformaron su equipo técnico tienen la convicción de haber realizado un buen trabajo y siempre estarán dispuestas a defenderlo pero, como el resto del mundo, también tienen otras ocupaciones y no pueden salir al frente de cada acusación cada vez que se plantea, menos aún si, como suelen estarlo, vienen cargadas de insultos, burlas y otros comentarios impertinentes. Finalmente, muchos de los cuestionamientos ya respondidos son levantados una y otra vez y muchos de ellos son francamente deleznables.
Este documento ha tenido una prolongada elaboración que cubre cerca de tres años, con largos periodos durmiendo en nuestros discos duros, a la espera de juntar el tiempo y la energía necesarios para poder armar una versión medianamente coherente y publicarla. Esperamos que esta compilación sea de utilidad y que todos nos podamos dedicar a asuntos más constructivos.
¿Qué tipo de preguntas y cuestionamientos se han formulado?
Podemos clasificar las preguntas y cuestionamientos que hemos recibido en cuatro grandes grupos:
• Generalidades: Preguntas sobre la necesidad de hacer una estimación y en general sobre cuál era el estado del conocimiento antes de haber efectuado el estudio.
• Sentido común sobre cuestiones técnicas: Preguntas sobre cuestiones técnicas que se puede hacer el lector no especializado.
• Cuestiones técnicas: Preguntas que se hace el lector técnico.
• Interpretación: Preguntas sobre la interpretación de los resultados presentados.
• Misceláneas: Las que no caen en ninguna de las categorías previas.
Hemos organizado este documento siguiendo esta clasificación para facilitar su consulta.
1. Prolegómenos
1.1) ¿De qué datos realmente disponía la comisión?
La CVR llevó a cabo un recojo masivo de testimonios a nivel nacional y logró recopilar 16,886. Del análisis de éstos se logró individualizar a 23,140 personas muertas o desaparecidas por su nombre y apellido paterno, y a 18,397 de éstas además por el apellido materno. El número de víctimas de otras violaciones no fatales (esto es, contando a las víctimas que sobrevivieron) es aún mayor, aunque los conteos son complicados debido a que la misma persona puede sufrir más de una violación en diferentes momentos y lugares.
Adicionalmente, la CVR contó con información procesada por otras instituciones desde la década de 1980: el Ministerio Público; las organizaciones de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos; COMISEDH; el Centro de Desarrollo Agropecuario; la Cruz Roja Internacional y la Defensoría del Pueblo. Combinando los registros existentes en estas fuentes con los datos recogidos directamente por la CVR y eliminando las duplicaciones sumamos 24,692 muertos y desaparecidos con nombres y apellidos completos (paterno y materno). Es importante no confundir estos 24,692 individuos identificados con los 23,140 que se mencionaron en el párrafo anterior: la similitud en los números es una coincidencia fortuita que puede inducir fácilmente a asociaciones erróneas1.
Si sumáramos los registros de personas total y parcialmente identificadas en todas las fuentes y en las listas entregadas por las fuerzas del orden, eliminando las duplicaciones, se sobrepasaría fácilmente los 35000. Sin embargo este número está sujeto a errores no fácilmente controlables y por ello nunca ha sido sostenido.
1.2) Ok., entonces se identificaron 24,692 muertos y desaparecidos. ¿Por qué la CVR sostiene que fueron cerca de 70000?
Cuando en el contexto del trabajo de la CVR se hace mención a la cifra 24,692, se entiende que son los registros de personas muertas o desaparecidas, con nombres y apellidos completos obtenidas del cruce de las bases de datos existentes. Lamentablemente (y creemos que esto es algo que nadie discute) ningún proyecto de de este tipo ha compilado una lista completa. Esto se hace evidente si notamos que todas estas listas incluyen individuos que las otras no ¿acaso hay alguna razón para creer que un proyecto adicional no adolecería del mismo problema?
La pregunta que se desprende inmediatamente es: ¿cuántos peruanos murieron en el conflicto armado interno y no fueron registrados? Para responderla la CVR aplicó un conjunto de técnicas estadísticas llamadas "Estimación de Múltiples Sistemas" (EMS) usando los datos de los que disponía y llegó a la conclusión de que la cifra total de peruanos muertos y desaparecidos se ubica alrededor de los 70000. El detalle técnico de esta proyección se encuentra en el anexo 3 del Informe final.
2. Preguntas y críticas de sentido común sobre cuestiones técnicas
2.1) Cuál es la diferencia entre la “captura-recaptura” y la “estimación de múltiples sistemas”
Básicamente, ninguna. El nombre utilizado depende del dominio de aplicación. El método es llamado captura-recaptura en las ciencias biológicas, donde es típicamente usado para estimar la abundancia de especies animales. El nombre se deriva del procedimiento empleado para obtener los datos: capturar el animal, dejarlo libre y recapturarlo. El método clásico de la captura-recaptura se basa en estas dos etapas (captura y recaptura) y cuando se efectúan más de dos etapas se habla de “captura-recaptura múltiple”.
La estimación de múltiples sistemas (en adelante EMS) se refiere al trabajo con listas estáticas generadas bajo distintos procedimientos, y es el nombre con el que se conoce al procedimiento en epidemiología, demografía y ciencias sociales en general. En este caso, la “recaptura” es equivalente al cruce de información entre las listas.
La diferencia de nombres se puede volver relevante debido a que distintos dominios de aplicación presentan distintos retos. En las ciencias biológicas, por ejemplo, es muy relevante el problema de animales perdiendo sus marcas entre capturas y recapturas, así como el problema de animales aprendiendo a evitar las trampas después de la primera captura. En el caso de la EMS, lo que resulta ser más importante son los procedimientos bajo los cuales se han construido las listas y la calidad del cruce entre ellas.
2.2) ¿Qué evaluaciones de consistencia se ha hecho a las estimaciones? Y en general, ¿Qué evidencias hay de que las estimaciones son razonables?
Podemos dividir estas evaluaciones en evaluaciones de consistencia interna y consistencia externa. El primer grupo consiste en pruebas de que las conclusiones que se desprenden de los procedimientos de estimación no se contradicen entre sí; mientras que el segundo, que estos resultados no contradicen aquel conocimiento bien establecido que se puede obtener por otros medios. Una tercera categoría, que en sentido estricto se solapa con las anteriores, podría pensarse en términos de indicios razonables de sentido común.
Dentro del primer grupo, coherencia interna, una de las mejores pruebas se encuentra detallada en el Informe Final: Se ha estimado las mismas cantidades usando diferentes estimadores y diferentes datos y se ha obtenido básicamente los mismos resultados. Este resultado tiene mucha fuerza, debido a que de alguna forma nos está indicando que el esquema de post estratificación (ver sección técnica para más detalle) está realmente controlando gran parte de la heterogeneidad y que el resto está siendo controlado razonablemente bien por el modelado estadístico.
En el segundo grupo podemos citar el ejercicio de análisis demográfico realizado para el departamento de Ayacucho, que también se encuentra en el Informe Final. Utilizando los datos de los censos de 1981 y 1993, en conjunto con las estadísticas demográficas producidas por el INEI, un simple ejercicio de balance demográfico nos muestra que la población esperada en este departamento para el año 1993 es mayor que la observada en el censo. Una posible explicación (y desde nuestro punto de vista la más razonable) es la mortalidad excesiva causada por el conflicto, que es consistente con este análisis.
Otro indicio poderoso, que no ha sido publicado, es la similitud entre la estimación calculada por la CVR con el método EMS para Lima Metropolitana y el Callao (1,931), y el conteo simple realizado por DESCO para esta misma localidad[8], basado exclusivamente en información periodística (2,105). Puesto que la cobertura dada por la prensa al conflicto ha sido particularmente minuciosa sólo en la ciudad de Lima, éste es un fuerte indicio de que el método ha producido resultados bastante razonables.
2.3) Yo hice el experimento de “captura-recaptura” en casa usando frijolitos de diferentes colores y obtuve los siguientes resultados: de un total de 100 frijolitos, marqué 5, los mezclé con los restantes y cogí 59 al azar. De esos, sólo uno estaba marcado. La “estimación” resultante sería N=5*59/1 =295. ¡El método no sirve!
A nadie se le ocurriría hacer una encuesta con una muestra de 2 individuos. Si, por ejemplo, los dos individuos seleccionados respondieran que votaron por Humala en las elecciones del 2006, ¿significaría esto que el 100% del electorado votó por Humala? Definitivamente, no.
El experimento al que se hace mención tiene el mismo defecto que nuestra hipotética encuesta. Las muestras tomadas son simplemente muy pequeñas (en particular el error fue tomar sólo 5 frijolitos en la primera muestra) y la estimación resultante tiene un error estadístico demasiado alto. En este caso, el error estándar es nada menos que de 152(!!) El enunciado correcto, basado en un intervalo de confianza al 95%, sería: “El total de frijolitos debe estar en algún punto entre 0 y 599”, ¡información que es cierta, pero inútil! (Sin embargo, siendo justos con el método y el experimento, hay que reconocer que algo de información nos proporciona: ¡al menos sabemos que es altamente improbable que haya más de 600 frijolitos! En la vida real, éste dato podría ser útil si ésta fuera la primera aproximación al problema).
2.4) ¿Por qué se ha dado la cifra exacta de 69280 muertos y desaparecidos? Lo correcto hubiera sido proporcionar un intervalo de confianza o un margen de error.
Totalmente de acuerdo. Y es lo que se ha hecho. En el anexo en donde se detallan las estimaciones del número de víctimas, todas las estimaciones van acompañadas de su respectivo intervalo de confianza al 95%.
La confusión proviene del hecho de que en las conclusiones generales de la CVR, en el tomo XIII de su Informe Final, se haga mención a la cifra exacta (“estimación puntual”, en jerga técnica), cosa que aunque es debidamente explicada en un pie de página, no deja de inducir a error. Un fraseo más adecuado sería algo como “alrededor de 70 mil víctimas”.
3. Cuestiones técnicas
3.1) El método de captura-recaptura implica que no ha habido migraciones en la población bajo estudio. Todos sabemos que durante los años de conflicto hubo masivas olas migratorias (¡que no fueron aleatorias, para colmo!). El método está mal aplicado porque se está violando un supuesto fundamental.
Respuesta corta: Los muertos no migran (por lo menos no suelen hacerlo).
Este cuestionamiento y otros similares reflejan una confusión que aparece frecuentemente en las críticas: ¿cuál es nuestra unidad de análisis? La respuesta es simple pero frecuentemente malentendida. En esta aplicación no estamos estudiando directamente las muertes y desapariciones, como una lectura superficial sugeriría, sino reportes de esas muertes y desapariciones. La diferencia es sutil, pero importante. Lo que buscamos es justamente estimar cuántos individuos no han sido reportados.
En otros contextos el tema de las migraciones puede ser muy importante, debido a que si un individuo saliera del área de estudio después de haber aparecido en una muestra, su probabilidad de captura en posteriores oportunidades sería nula. En el caso de la EMS aplicada al caso que nos ocupa, los reportes son siempre retrospectivos y proporcionados por informantes: no tenemos que “buscar” al individuo sino contar con alguien que sepa de su muerte. Dicho de otra manera: si una persona murió en una circunstancia determinada, no puede migrar y morir de nuevo en otra por más que los testigos hayan migrado a la China. Visto así, el problema de las migraciones, aleatorias o no, simplemente desaparece.
3.2) ¿Por qué se utilizó el método jackknife para la estimación de los intervalos de confianza de los estimadores?
El problema está en que, debido a escasez de información para las víctimas de Sendero Luminoso, las estimaciones por agente responsable están basadas en diferencias de estimaciones para agentes combinados. En concreto: [SLU] = [SLU+EST] – [EST] (para detalles sobre las siglas ver el anexo del Informe Final de la CVR)
Si bien en la literatura se pueden encontrar fórmulas desarrolladas para el cómputo del error asintótico marginal de las estimaciones parciales ([SLU+EST] y [EST]), para estimar el error de la diferencia, sería necesario conocer la distribución conjunta, o al menos las covarianzas entre ambos estimadores. Si bien podría hacerse el desarrollo asintótico y derivar un estimador, el uso de métodos intensivos en cómputo es más sencillo.
La elección de esta técnica en particular sobre otras (bootstrap no paramétrico, por ejemplo), fue una cuestión más bien de conveniencia: en esta aplicación el jackknife requiere de un menor tiempo de cómputo.
3.3) Ok, pero la aplicación es incorrecta. Se ha construido los intervalos de confianza suponiendo normalidad y estamos ante un problema de conteo, no de estimación de una tendencia central; la población no es normal y el teorema del límite central no es aplicable.
Los estimadores utilizados son de máxima verosimilitud condicional bajo muestreo multinomial. Como es bien sabido, los estimadores de este tipo son en general asintóticamente normales y se dispone de un Teorema Central del Límite (TCL). Para este problema en particular, las distribuciones asintóticas fueron derivadas por L. Sanathanan en 1972 [3].
El cómputo llevado a cabo no es un “conteo” sino la estimación de un parámetro. Aunque se trate de parámetro discreto, el estimador usado no deja de ser un estimador de máxima verosimilitud como cualquier otro y, dentro de ciertas restricciones, podemos aplicar el TCL. Además ¿quién dice que el TCL no se puede aplicar a conteos? Las típicas aproximaciones normales a las distribuciones de Poisson y binomial son aplicaciones del TCL a variables aleatorias discretas que pueden ser interpretadas como conteos.
Dicho esto, estamos de acuerdo con que sería adecuado intentar utilizar otra estrategia para computar los intervalos de confianza. Algunos estudios utilizando métodos bayesianos (véase p.e. [6]) muestran que en muchos casos las distribuciones posteriores del parámetro N (población total) pueden ser más bien asimétricas, con una cola pesada hacia valores superiores. Jana Asher en un ejercicio no publicado computó intervalos de confianza asimétricos usando el método del perfil de verosimilitud (profile likelihood) de Cormack [7] para las víctimas de agentes del estado y encontró que, interesantemente, la mayoría estaban completamente contenidos en los intervalos simétricos derivados de la aproximación normal. Si la situación fuera similar para el resto de estimaciones, los intervalos de confianza construidos por la CVR serían más bien conservadores, pero sería interesante comprobarlo.
3.4) uhm… ¿pero por qué no computaron intervalos de confianza basados en percentiles de la distribución empírica derivada del remuestreo efectuado en vez de usar esta cuestionable suposición de normalidad?
Se está confundiendo la técnica jackknife con bootstrap. Jackknife nos brinda una estimación del error estándar del estimador, pero no nos ayuda a construir una distribución empírica como en el caso del bootstrap [2]. Sería muy interesante y probablemente muy informativo construir un intervalo empírico usando bootstrap.
3.5) La especificación del modelo utilizado hace que la estimación de las víctimas no reportadas sea proporcional a la cantidad de víctimas reportadas. Esto produce una sobreestimación en el caso de tener listas exhaustivas y una subestimación en caso de tener listas muy incompletas. El efecto neto sería una sobreestimación.
Las estimaciones de los totales que se hacen en la EMS dependen de la estructura de reporte y solapamiento entre las fuentes. Ni siquiera en el caso de la estimación de dos sistemas se puede predecir, sólo a partir de qué tan exhaustiva es una lista, cuánto será la estimación; mucho menos en una estimación con tres sistemas, donde además de por medio hay modelado y estratificación.
Es difícil entender cómo se puede haber llegado a una conclusión tan disparatada. Haciendo un esfuerzo de interpretación podemos adivinar que confusiones como ésta provienen de creer que los modelos usados especifican una relación entre el gran total (N) y variables predictoras proporcionales a la "exhaustividad de captura" o algo similar, al estilo de un típico modelo de regresión, como los que se usan rutinariamente en la econometría. Aclaremos desde ahora que esto no es cierto.
Quienes hayan trabajado en análisis de clasificaciones cruzadas usando modelos log lineales recordarán que normalmente N es considerado una constante dada en la función de verosimilitud, no un parámetro a estimar. La EMS es diferente: en este caso N es considerado un parámetro del modelo (de hecho, el único que nos interesa). Afortunadamente, gracias a los resultados derivados por L. Sanathanan y S. Fienberg en la década del 70, el uso de la técnica de estimación por máxima verosimilitud condicional nos permite aplicar directamente las herramientas del análisis log lineal a nuestro problema, simplificando el análisis y los cómputos involucrados.
3.6) El método supone homogeneidad en la población e independencia entre las listas. Ninguno de estos supuestos es razonable.
Tanto la falta de homogeneidad (igualdad en las probabilidades de captura a lo largo de toda la población de estudio) como la posible dependencia de los procesos de captura para cada lista (la pertenencia de un elemento a una lista afecta su probabilidad de pertenencia a otra) son, en efecto, factores que dificultan las estimaciones. Los autores del estudio han reconocido estos temas y han incluido una discusión sobre sus efectos y la forma en la que los han enfrentado.
Para empezar una aclaración: homogeneidad e independencia no son supuestos de la EMS. Cuando en el texto del anexo que detalla el procedimiento de estimación se hace referencia a estas limitaciones, se hace en el contexto de la captura-recaptura clásica, que es equivalente a la versión de 2 listas de los métodos utilizados. Acto seguido, se presentan los métodos utilizados para enfrentar el problema:
"Si existieran listas adicionales de miembros de la población que se está estudiando, los problemas arriba mencionados de dependencia o heterogeneidad podrían resolverse mediante la elaboración de modelos, que es justamente lo que hacemos más adelante".
La otra estrategia está presentada algunas líneas más abajo:
"Sin embargo, a menudo las transgresiones de los supuestos se vuelven demasiado complicadas como para que la estimación de múltiples sistemas las pueda incorporar […]Cuando ninguno de los modelos es apropiado, una opción es estratificar a la población, utilizando para ello alguna variable que sea capaz de reflejar las razones que se encuentran detrás de la heterogeneidad de las probabilidades de que un determinado individuo sea capturado en alguna listas (véase, por ejemplo, Sekar y Deming 1949)".
Entonces, valga la primera aclaración: ¡Nadie discute la existencia de heterogeneidad en la población y la posibilidad de dependencia entre las listas (muy probablemente inducida por dicha heterogeneidad individual)! Presentar estos fenómenos como un “descubrimiento” que “invalida” los resultados del estudio no es otra cosa que repetir lo que ya ha sido dicho en el propio informe, sacándolo de contexto. Por poner una analogía, esta crítica es equivalente a postular la invalidez de la metodología de encuestas de opinión porque “las preferencias de los sectores A, B, C, D y E son claramente heterogéneas”. Como en el caso de las encuestas, el asunto que nos debe ocupar no es la existencia de fenómenos que nadie discute, sino la forma en la que han sido enfrentados.
La primera estrategia es el modelado. El aparato de los modelos loglineales, de uso corriente en el análisis de la estructura de probabilidad en las tablas de contingencia derivadas de conteos en clasificaciones cruzadas, nos brinda una poderosa herramienta para controlar las posibles distorsiones originadas por la estructura de dependencia en la población. Partiendo del hecho indiscutido de que los procesos de recolección de datos han sido distintos para la creación de cada lista, podemos notar que la forma en que esta heterogeneidad se manifiesta es originando dependencias entre las celdas de las tablas de contingencia resultantes (este hecho sorprendentemente juega a nuestro favor en la estimación). El aparato del análisis log-lineal justamente nos permite modelar estas dependencias, postulando diversas relaciones estructurales de probabilidades de captura (desiguales), poniendo a prueba esas hipótesis y eligiendo modelos adecuados, a fin de encontrar un buen conjunto de supuestos que nos permitan superar las distorsiones inducidas por la dependencia (para más detalle véase [5] y [4]).
Sin embargo, por más poderosa que sea esta metodología, existe un límite en cuanto a la complejidad de la estructura de heterogeneidades que estos modelos pueden manejar, por lo que puede hacerse necesaria la aplicación de otra estrategia para controlar su efecto.
La segunda estrategia empleada es la estratificación. La estratificación consiste simplemente en dividir nuestra muestra utilizando una característica que pueda aislar alguna de las fuentes de heterogeneidad. De esta forma se realiza una estimación para cada estrato (potencialmente con diferentes modelos), con la esperanza de que cada uno de estos estratos sea al menos más homogéneo que toda la muestra [5]. En el estudio de la CVR la primera variable elegida fue la localidad geográfica que, como ha sido resaltado numerosas veces por los críticos, puede ser una enorme fuente de heterogeneidad de captura. La segunda variable, que ha recibido mucha menor atención, es el agente perpetrador de la muerte. Esta última es muy importante dado que en el caso de la lista construida por la CVR las proporciones de víctimas de Sendero Luminoso y del Estado Peruano son radicalmente distintas a las encontradas en los otros proyectos de recolección de información.
El proceso de estratificación geográfica no fue un capricho al azar. Se siguió un procedimiento sistemático de subdivisión del territorio nacional en regiones cada vez más pequeñas, pero que compartían continuidad geográfica y, de acuerdo al mejor conocimiento disponible, dinámicas similares. La subdivisión geográfica permitió obtener modelos que pasaran las pruebas de ajuste, que (quien quiera puede tomarse el trabajo de verificar esto) la agregación total de los datos, o subdivisiones demasiado grandes, precisamente por heterogeneidad, no permiten.
Por supuesto, ningún método estadístico hace magia y, dependiendo de qué tan severos sean estos problemas, el método usado podría arrojar resultados distorsionados. Sin embargo creemos haber tomado precauciones bastante razonables (que han sido el grueso del trabajo) que los críticos simplemente escogen ignorar o calificar de “jerga inútil” cuando formulan este tipo de objeciones.
3.7) El método supone múltiples repeticiones del experimento para lograr la estimación. La CVR sólo tuvo tres listas. ¿Cómo esperan haber obtenido un resultado razonable?
Existe una severa confusión en esta afirmación. El equivalente del “experimento” en la EMS no es la creación de una lista sino cada reporte. En este sentido, el “experimento” se ha repetido al menos 30000 veces, un número bastante grande.
3.8) La CVR ha usado un modelo con una serie de supuestos y nos ha presentado un número sin hacer un análisis de cuánto cambiarían los resultados si es que cambian los supuestos.
Esto es falso. Una parte importante y particularmente laboriosa del estudio fue el proceso de selección de modelos. Como señala acertadamente la crítica, un modelo estadístico expresa un conjunto de supuestos sobre los datos, que deben ser puestos a prueba de alguna forma. La selección de modelos consiste justamente en poner a prueba esos supuestos y elegir aquellos que son consistentes con lo que se observa (los datos). En este caso, los diferentes modelos representan diferentes supuestos sobre la estructura de dependencia de las probabilidades de reporte en las listas.
En general en los procesos de selección de modelos se trata de balancear dos cualidades opuestas: simplicidad y ajuste. De los muchos criterios para la selección de modelos, el estudio de la CVR se basó en la minimización del cociente , donde es el estadístico chi-cuadrado y df representa los grados de libertad del modelo (véase [1] para más detalle). Adicionalmente, aunque esto no está documentado en el informe, se hizo el análisis usando el estadístico (logaritmo de la razón de verosimilitudes; veáse [5]) en vez de y el BIC (criterio de información bayesiano). En todos estos casos los resultados fueron muy similares.
En esta misma línea también se ha criticado el hecho de que la especificación de los modelos usados (log lineales jerárquicos) "sólo" permita representar 7 diferentes estructuras de probabilidad. Sin embargo se suele perder de vista que se ha realizado una estimación diferente (con un modelo diferente) para cada uno de los 59 estratos definidos. Efectivamente esto significa que el espacio de posibles modelos para la estimación completa es nada menos que de

posibles modelos (!), de los cuales se escogió uno. (esto, por supuesto, no es prueba de que los modelos sean adecuados -para eso se realizó la selección de modelos- aunque nos ayuda a poner la crítica en contexto!).
¿Se podría haber aplicado otros modelos? Por supuesto. De hecho en los últimos años se ha desarrollado una multitud de nuevos modelos, cada vez más sofisticados, que representan supuestos cada vez más sofisticados (interesantemente muchas de estas innovaciones, bajo algunas restricciones, son equivalentes a los modelos log lineales clásicos). Sin embargo, la metodología empleada, combinada con el proceso de estratificación, ha probado a lo largo de los últimos treinta años ser de por sí bastante consistente y robusta en situaciones similares (sobre todo en epidemiología) y no creemos que haya motivos serios para creer que los resultados arrojados sean incorrectos.
4. Preguntas de interpretación
4.1) Para que la cifra de 69280 sea cierta, 9.48 personas tendrían que haber sido asesinadas por día. Eso no es posible.
Para que la cifra de 35000 muertos y desaparecidos sea cierta, tendrían que haber muerto 4.8 personas diarias; ¿Nos dice algo esta afirmación?. Las 70000 víctimas estimadas suponen aproximadamente el 0.3% de la población peruana de la década de los 80; si fueran 35000, eso equivale aproximadamente a 0.15%…; podemos hacer miles de ejercicios aritméticos de este tipo, pero ¿qué significan estos datos?. En realidad una cifra por sí misma, fuera de su contexto es difícil de explicar. Cuantitativamente, 35 mil o 70 mil representan una pequeñísima fracción de la población peruana. En el terremoto del Callejón de Huaylas en 1971 se calcula que perecieron cerca de 60 mil personas (¡en un solo día!), ¿eso hace que las muertes por violencia política sean más o menos graves?, ¿tiene sentido comparar ambos acontecimientos?
Para interpretar adecuadamente los datos cuantitativos, especialmente los de este tipo, debemos tomar en cuenta el contexto histórico, social y geográfico en el que sucedieron los hechos. Existen numerosos indicios y evidencias recogidas antes, durante y después del trabajo de la CVR que dan cuenta que en el caso de las zonas más afectadas por la violencia política, lo que ocurrió fue realmente una hecatombe social y política de dimensiones tales que incluso tienen repercusiones en la dinámica demográfica de esas localidades, tal y como lo sugieren los datos del censo del 93 si los comparamos con los del 81, incluyendo el efecto de la migración y del desplazamiento interno. El problema, y es justamente una de las conclusiones de la CVR, es que las zonas donde ésto ocurrió tienen poca relevancia política, social y económica para el conjunto del país, por lo tanto lo que sucedía ahí era menos conocido y menos comprendido por la mayoría de la población peruana. Una vez que analizamos con detenimiento los fenómenos históricos, la interpretación de los múltiples indicadores que podemos observar adquiere sentido y coherencia pues da cuenta de un proceso y de una historia (o de varias historias) que requieren ser reconstruidas y contadas. El mandato encomendado por el Estado peruano a la CVR fue emprender justamente ese tipo de tarea.
4.2) La CVR ha inflado las cifras de forma tal que la responsabilidad de Sendero Luminoso / los agentes del Estado se vea aumentada / disminuida [Nota: hay versiones de este comentario para todas las combinaciones]
Lo curioso de este argumento es que ha sido esgrimido en ambos sentidos (por diferentes personas). Para algunos las cifras de la CVR se han "inflado" para evitar decir que el Estado fue el principal responsable de las víctimas fatales ocurridas durante el conflicto. Para otros se "inflan" para que el Estado aparezca teniendo mayor responsabilidad de la que en realidad tuvo. Es cierto que el conflicto armado interno peruano es singular en relación a otros conflictos en la región (Guatemala, Chile, Argentina), en los que el Estado aparece claramente como el responsable de más del 90% de las víctimas fatales. La peculiaridad del caso peruano y de la letalidad de la acción de Sendero Luminoso está asociada a la política y estrategia de "guerra popular prolongada" que esta organización subversiva intentó poner en práctica en nuestro país y que se reconstruye con detalle en el Informe Final de la CVR.
En el caso de la actuación de los Agentes del Estado, en el Informe Final de la CVR se proporcionan múltiples argumentos y evidencias que dan cuenta que en determinados periodos y lugares hubo una práctica masiva y sistemática de violación de derechos humanos que se saldó en un número importante de víctimas fatales, especialmente a inicios del conflicto (1983-1984) en el departamento de Ayacucho.
Las estimaciones cuantitativas respecto de quién provocó más víctimas son producto de un análisis científico desprovisto de prejuicios políticos. Las conclusiones de ese análisis tienen consecuencias políticas e históricas que nuestra sociedad debe aún procesar si queremos cerrar definitivamente las heridas de este conflicto y mirar con confianza el futuro. Ignorar o tergiversar la historia porque no nos gusta la imagen que pinta de nuestro país no resuelve esos problemas.
4.3) ¿Por qué recién en el estudio de la CVR “aparecieron” todas las víctimas de Sendero Luminoso?
Las bases de datos que documentan la identidad de las víctimas y que fueron elaboradas por diversas instituciones (organizaciones de derechos humanos, la Defensoría del Pueblo, entre otras) antes de la existencia de la CVR contienen sobre todo denuncias de familiares y de víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado. El Estado peruano tenía la obligación legal de combatir la amenaza a la seguridad pública y a la democracia que significó la acción de los grupos subversivos, pero también estaba obligado a combatir esa amenaza usando las herramientas y procedimientos del Estado de derecho, que era justamente lo que los grupos subversivos buscaban destruir. La misión institucional de las organizaciones de derechos humanos era promover y vigilar que el Estado peruano cumpla con sus compromisos y la legislación que garantiza los derechos fundamentales de las personas, incluso (o más bien, sobre todo) en contextos de violencia política, en el marco de esa misión recibieron y documentaron numerosas denuncias de violaciones cometidas por agentes del Estado.
Las fuerzas del orden (la policía, las fuerzas armadas) tenían la responsabilidad de documentar adecuadamente las denuncias y a las personas afectadas por el accionar de los grupos subversivos. El problema es que mucha de esa documentación no se sistematizó adecuadamente ni fue de dominio público. Cuando la CVR solicitó al Ministerio de Defensa información al respecto recibió una escasa respuesta. Incluso en el caso de los efectivos de las fuerzas del orden que ofrendaron su vida o su salud en el cumplimiento de su deber, el Estado no fue capaz de elaborar un registro exhaustivo y detallado (problema que se dio particularmente en el caso de la Policía Nacional).
Si bien muchas de las víctimas provocadas por los grupos subversivos, sobre todo Sendero Luminoso, fueron conocidas por medio de la prensa, ninguna institución previa a la CVR hizo una documentación exhaustiva de esos casos destinada a identificar con precisión quiénes eran esas víctimas. La CVR tuvo como mandato registrar e identificar a las victimas del conflicto armado interno, independientemente del agente perpetrador, y diseñó estrategias específicamente destinadas a registrar y documentar la mayor cantidad posible de casos, usando todas las fuentes disponibles y promoviendo el recojo de testimonios a nivel nacional. Es por ello que recién en esa oportunidad se construye un sistema que logra registrar a miles de víctimas que hasta entonces no habían sido apropiadamente documentadas, especialmente aquellas causadas por el accionar de Sendero Luminoso.
5. Misceláneas
5.1) El método estadístico usado por la CVR sólo es aplicable en las ciencias naturales para estimar poblaciones animales pero no a entornos tan sofisticados como al caso de muertes en el conflicto peruano.
Esta crítica tiene dos partes. La primera (la exclusividad del método en ciencias naturales) implica que las técnicas estadísticas desarrolladas para resolver ciertos problemas no pueden aplicarse en contextos diferentes a los que le dieron origen. En realidad muchas innovaciones técnicas "viajan" entre diferentes "realidades" si es que demuestran su utilidad para comprender y resolver los problemas que surgen en ellas. En sus orígenes las matemáticas se desarrollaron para contar objetos (por ejemplo personas, animales, o cantidades de granos producto de las cosechas) y fueron complejizándose para resolver problemas relacionados con la necesidad de construir edificaciones cada vez más grandes u observar el movimiento de los astros (ésto último asociado además a la magia y la religión). Sin embargo a nadie se le ocurriría decir que la aritmética, el álgebra o la geometría sólo sirven en la contabilidad, la arquitectura, la ingeniería civil, la astrología o la astronomía.
En el caso de la estimación de múltiples sistemas, si bien el método fue originalmente pensado para resolver un problema relacionado con la industria pesquera escandinava, en la actualidad es ampliamente empleado (con modificaciones) en la epidemiología y demografía para estimar poblaciones humanas. Estas aplicaciones van desde las correcciones censales (donde se usa la estimación de sólo dos sistemas) hasta la estimación de poblaciones elusivas y de difícil enumeración, como las personas sin hogar, drogadictos, o personas que padecen una enfermedad. Incluso se ha utilizado en experimentos para detectar errores de programación en los códigos del software de navegación del trasbordador espacial.
La segunda parte de la crítica podría ser razonable, pero se exagera en pensar que la realidad peruana y el conflicto armado que vivió el país, por más compleja que sea, es la única realidad compleja que existe en el mundo. La estimación de muertes en el conflicto peruano implica, decididamente, tomar en cuenta un entorno bastante peculiar y difícil, al igual que lo fue en el caso de Guatemala, Kósovo o Timor Oriental, otros lugares donde se usó la metodología EMS para enfrentar problemas similares. Problemas análogamente complejos son abordados por epidemiólogos, demógrafos, biólogos, sociólogos, usando técnicas similares. El reto consiste en adaptar este tipo de herramientas para que sean útiles ante el problema que tenemos en frente.
5.2) Los “expertos” de la CVR han usado modelos “log lineales” y estimación “jackknife” para decorar su trabajo y mostrar su sofisticación econométrica.
Las razones del uso de estos métodos han sido expuestas en algunas de las respuestas anteriores (véase sección 3). Como se explicó en (5.1), la EMS es una técnica que se puede situar entre la demografía matemática, la bioestadística y la epidemiología, que fue desarrollada para enfrentar problemas muy distintos de los que se encuentran usualmente en la econometría.
5.3) La captura-recaptura es un método decimonónico (sic) con un error superior al 50%
El error de cualquier estimación estadística depende de varios factores (los principales son el tamaño de la muestra y la eficiencia del estimador) y, de acuerdo a ellos, puede ser muy variable. La captura-recaptura puede tener errores mayores que el 50% (como en el ejemplo de los frijolitos en alguna de las preguntas anteriores) o incluso podría tener error 0% (imagine que ha logrado censar a toda su población). En todo caso, lo importante no es que el error exista, sino de que seamos capaces de cuantificarlo. En el caso de la estimación de la CVR el error estimado ha sido del 12%.
5.4) La CVR ha asumido que las proporciones de responsabilidades de las muertes y desapariciones reportadas a ella son las correctas y ha proyectado esa proporción a todas las fuentes para obtener su estimación.
Parte de las preocupaciones de la CVR era justamente que no se sabía qué tan correcta era esta proporción. Ésa es una de las razones que llevaron a hacer este estudio estadístico. El método empleado para la estimación (EMS) dista mucho de simplemente extrapolar las proporciones.
Sin embargo, un hecho innegable es que la CVR recibió una inesperada cantidad de reportes de víctimas de SL, de las que no se había tenido noticia antes.
5.5) La CVR ha hecho su estimación basándose en la diferencia poblacional entre los censos de 1981 y 1993. La supuesta gente faltante podría haber muerto por otras razones o podría haber migrado.
De nuevo, el método utilizado para la estimación no tiene nada que ver con lo que se afirma en esta crítica. Sin embargo, es cierto que se realizó un ejercicio de balance demográfico como el descrito, sólo para efectos de evaluar la consistencia de las estimaciones. Este ejercicio fue realizado sólo para el departamento de Ayacucho y *sí se tomó en cuenta el efecto de la migración*, usando los saldos y tasas de migración estimados con los datos del censo del 93. Los resultados de este ejercicio son consistentes con los resultados de la estimación usando EMS, mostrando una población "faltante" algo mayor a la mortandad estimada usando la EMS.
5.6) La CVR ha contado reportes de víctimas y no ha tomado en cuenta que algunos de esos reportes podrían estar repetidos. Esto lleva a una sobreestimación.
La estimación realizada requirió como preparación básica de los datos justamente la depuración de la base de datos, no sólo al interior de la información de la CVR sino con la información proporcionada por diversas organizaciones que venían sistematizando su información desde la década de los 80. En ese proceso se detectó que no sólo “algunos” sino varios miles de registros estaban, en efecto, duplicados. Ésa es justamente la información sobre la que se construyeron las estimaciones, que distan mucho de ser simples conteos.
5.7) Yo conozco el distrito de Chungui, en Ayacucho. Según CEDAP, en este distrito se produjeron 982 muertes y desapariciones atribuibles al conflicto, sobre una población de 4,400 habitantes. La CVR contó 619, de los cuales 258 ya estaban en el registro de CEDAP y 361 eran nuevos. Aplicando el “método de Ball”, la proyección sería 982*619/258 = 2,356. Eso es el 54% de la población de Chungui, lo que está lejos de la verdad. Si bien Chungui fue el lugar más afectado por la violencia, de acuerdo a lo que yo conozco, allí debieron morir alrededor del 30% de sus habitantes, pero no el 54%.
Lo interesante de esta crítica es que plantea un caso concreto, con datos y números concretos (que nosotros mismos hemos proporcionado), aunque utilizados de una forma bastante torpe.
Todos los números son correctos y, debido quizás a las características propias del distrito de Chungui y de los procesos de levantamiento de información llevados a cabo, esta estimación ingenua, con sólo dos sistemas, es bastante similar a la de tres sistemas (hay que notar que rara vez éste es el caso). Sin embargo, si nos atenemos a los datos mostrados podemos encontrar fácilmente la fuente de la falacia: la base de población tomada es nada menos que la del censo del 93, o sea, ¡cuando toda esta gente ya estaba muerta y muchos habían migrado! Bajo este torpe criterio metodológico, esta “fracción” de la población total que fue asesinada podría haber superado el 100% y no hubiera habido contradicción alguna.
Usando un criterio un poco más razonable, con los datos del censo de 1981 (justo antes de la escalada descontrolada de la violencia, en 1984), tenemos que la población del distrito era de 8257 habitantes (el doble de lo que se afirma en la crítica) y por lo tanto la fracción de la población total del distrito que fue asesinada durante el conflicto armado interno fue del 28%, una cifra espeluznante, pero no irreal. Es más, es menor que el 30% ((982+619-258)/4400), producto del conteo simple y la mala aplicación del censo, que al crítico no le causaba extrañeza alguna.
Vale la pena notar que este ejercicio nos está mostrando que de acuerdo a los censos la población chunguina se redujo en casi un 50% entre 1981 y 1993, hecho que ilustra dramáticamente las dimensiones catastróficas del conflicto en esa región. Esta crítica en realidad brinda elementos de apoyo al trabajo realizado.
5.8) La CVR ha creído en este resultado porque fue presentado por un gringo y los peruanos [excepto quien formula esta crítica, por supuesto] aceptan cualquier cosa que digan los “expertos internacionales”.
El trabajo de recopilación, sistematización y análisis de la información de los testimonios recibidos por la CVR, así como su cruce con las demás bases de datos fue diseñado y realizado por un equipo de profesionales peruanos que trabajaron en el área de Sistemas de Información de la CVR. Como en todo proyecto importante y serio, es fundamental aprender de experiencias similares e incorporar sus enseñanzas para realizar un trabajo de la mejor calidad posible. Antes de la CVR existieron diversas Comisiones de la Verdad y proyectos parecidos en otros países del mundo (Chile, Argentina, Sud Africa, Guatemala, Kósovo, entre otros más). Varios de los profesionales que participaron en estos proyectos fueron invitados a compartir sus experiencias y conocimientos con la CVR Peruana, de tal manera que podamos incorporar este aprendizaje en nuestro propio trabajo. Patrick Ball y Jana Asher trabajaron en varios de estos proyectos (Patrick Ball en Haiti, Sud Africa, El Salvador, Guatemala, Kosovo y Sierra Leone; Jana en Sierra Leone y Kosovo) y por ello fueron invitados a participar en el trabajo estadístico de la CVR junto con los miembros del equipo técnico de la CVR. Las conclusiones de este trabajo y sus implicancias fueron extensamente discutidas tanto por los comisionados, el equipo de profesionales de la CVR y otros académicos externos a la CVR antes de ser publicados en el informe final.
Habría que mencionar que en el 2002, Patrick Ball y Jana Asher recibieron el “Premio Especial por Logros Distinguidos” que otorga la Asociación Norteamericana de Estadística en virtud del trabajo que hicieron sobre la estimación de las muertes y desplazamientos durante el conflicto de Kósovo a fines de los años 90. Es ese trabajo se utilizaron muchas de las técnicas y métodos que fundamentan la estimación estadística elaborada por la CVR. En el 2002, Patrick Ball fue invitado por la fiscalía a presentar las conclusiones de esa investigación como parte de los informes periciales del juicio contra Slobodan Molisevic en el Tribunal Haya.
La experiencia de la CVR ha marcado nuevos hitos y pautas para el trabajo de Comisiones de la Verdad y proyectos similares en diversos países. De hecho muchos de los profesionales peruanos que trabajaron en la CVR se han convertido en "expertos internacionales" (varios ya lo eran antes de la CVR) compartiendo su experiencia en lugares tan diversos como Ghana, Timor Oriental, Sri Lanka, Colombia, Marruecos, Liberia y Sierra Leona. Lamentablemente mientras sigan habiendo conflictos en el mundo que provoquen masivas violaciones a los derechos humanos, seguirán siendo necesarios proyectos destinados a documentarlos y evitar que el mundo olvide las consecuencias de sus actos más terribles.
5.9) El experto peruano, Dr. Hugo Ñopo ha demostrado técnicamente / científicamente / contundentemente / etc. que las estimaciones de la CVR son incorrectas.
La mayor parte de los cuestionamientos técnicos (algunos razonables y otros más bien desinformados) contenidos y contestados en este documento han sido planteados por el Dr. Ñopo y, hasta donde tenemos conocimiento, estos son todos los que ha formulado. Como hemos intentado argumentar en este documento, la mayoría de estos cuestionamientos se basan en supuestos erróneos, y el resto son cuestiones interesantes que podrían ser exploradas en mayor profundidad; pero de allí a sostener que invalidan los resultados presentados hay un salto de proporciones cósmicas.
Como cualquier trabajo de naturaleza científica, la estimación de la CVR es debatible, perfectible e incluso refutable, pero a nuestro juicio ninguno de los argumentos esgrimidos hasta la actualidad ha tenido éxito demostrando o incluso sugiriendo su incorrección. Elevar críticas meramente retóricas sin sustento científico y técnico riguroso a la categoría de demostración nos parece francamente un exceso.
De hecho, la mayoría de las críticas "técnicas" al trabajo de la CVR han sido comentarios casuales, formulados en entrevistas o declaraciones a medios de comunicación, o publicadas en listas de discusión en Internet, que son citados una y otra vez. A pesar de que han pasado más de tres años desde la publicación del Informe Final y de que todos los datos utilizados para la estimación son de dominio público, no se han publicado artículos o documentos críticos al trabajo estadístico de la CVR que contengan argumentos técnicos sustentados técnicamente (no simples generalidades) en ninguna revista o medio científico serio o en ninguna otra parte.
El trabajo estadístico de la CVR, antes de ser publicado fue sometido a una revisión crítica por parte de diversos académicos expertos en temas estadísticos, entre ellos el propio presidente de la Asociación Norteamericana de Estadística. Además fue presentado como conferencia magistral en dos congresos peruanos de estudiantes de estadística (2003 y 2005) y más recientemente en el Congreso Latinoamericano de Probabilidad y Estadística Matemática realizado en Lima en 2007 (CLAPEM XIII) sin que se hayan formulado en esos foros cuestionamientos a la calidad del trabajo realizado.
Es cierto que un trabajo científico que usa complejas técnicas estadísticas es difícil de explicar para el público general. Todo lenguaje científico tiene su propia "jerga", sin embargo el que algunas personas no entiendan ese tipo de lenguaje, estén poco familiarizadas con él, o no estén dispuestas a tomarse el tiempo necesario para entenderlo no las autoriza a descartarlo como "mera decoración".
Bibliography
1. Comisión de la Verdad y Reconciliación (2003). Informe Final, anexo 3 - ¿Cúantos Peruanos Murieron?: Estimación del Total de Víctimas Causadas por el Conflicto Armado Interno entre 1980 y el 2000. Comisión de la Verdad y Reconciliación, Lima.
2. Efron, B., Tibshirani, R. J. (1993). An Introduction to the Bootstrap. Chapman & Hall, New York, NY.
3. Sanathanan, L (1972). Estimating the Size of a Multinomial Population. The Annals of Mathematical Statistics, Vol. 43, No. 1.
4. Fienberg, S.E. (1972) The Multiple Recapture Census for Closed Populations and Incomplete Contingency Tables. Biometrika Vol. 59, No. 3.
5. Bishop, Y., Fienberg, S.E. and Holland, P.H. (1975). Discrete Multivariate Analysis. Theory and Practice. MIT Press, Cambridge
6. Fienberg, S.E., Johnson, M.S., Junker, B.W. (1999)Classical Multilevel and Bayesian Approaches to Population Size Estimation Using Multiple Lists-. Journal of the Royal Statistical Society. Series A, Vol. 162, No 3.
7. Cormack, R.M (1992). Interval estimates for mark-recapture studies of closed populations. Biometrics, 48.
8. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo - DESCO (1989). Violencia política en el Perú 1980-1988. DESCO, Lima
Footnotes
1. Es particularmente desafortunado que estas dos cifras coincidan además con la cifra de muertes que se manejaba antes del trabajo de la CVR. En realidad los tres números se refieren a cosas diferentes.

Tuesday, July 17, 2007

LA NACION

La memoria no puede ser parcial
Martes 17 de julio de 2007

Frente a la decisión política, refrendada por la Corte Suprema de Justicia, de reabrir las causas judiciales vinculadas con el terrorismo de Estado, y a nuestra incapacidad para transitar un camino hacia la reconciliación nacional sin olvidar todo lo ocurrido en los años 70, corresponde que el análisis de nuestro pasado trágico sea hecho de manera integral.

Con el voto de cuatro de sus siete miembros, el máximo tribunal de la Nación dispuso el viernes último la nulidad del indulto concedido por el presidente Carlos Menem a un ex integrante del Ejército, Santiago Riveros, acusado de violaciones de los derechos humanos. Tal sentencia abrió la puerta a la anulación de otros indultos con los cuales fueron beneficiados numerosos militares a quienes se acusa de graves delitos cometidos durante el último régimen de facto.

Dos jueces de la Corte, Carlos Fayt y Carmen Argibay, votaron en disidencia. Ambos consideraron que la propia Corte, en 1990, se había pronunciado en favor de la legalidad del indulto que había favorecido al ex general Riveros, por lo cual no podía reabrirse este caso, en tanto la cosa juzgada es una garantía constitucional de derechos individuales. Fayt, además, sostuvo que no es posible aplicar retroactivamente la Convención sobre Imprescriptibilidad de Delitos de Lesa Humanidad, aprobada por la Argentina en 1995, para delitos ocurridos mucho tiempo antes.

Distintos especialistas del derecho, a semejanza de Fayt, han sostenido que, más allá de la gran controversia que merecieron los perdones presidenciales dictados en 1989, los derechos adquiridos de los cuales gozan sus beneficiarios no pueden desconocerse aplicando en forma retroactiva las leyes penales ni invocando tratados internacionales de derechos humanos firmados por el país con posterioridad a los delitos en cuestión.

La Constitución nacional no permite que sea aplicada una ley penal posterior al delito para incriminar hechos anteriores a su sanción, al tiempo que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho punible.

Si parece injusto que se aplique la ley penal de manera retroactiva, mucho más injusto resulta que se aplique sólo contra algunos, en virtud de criterios ideológicos o de conveniencia política.

Ante la doctrina que ha prevalecido en la Corte y frente a la virtual imposibilidad de cerrar las heridas que han dejado los enfrentamientos del pasado, deberíamos esforzarnos por condenar todos los crímenes de lesa humanidad, sin dejar que nuestra visión sea nublada por la ideología.

El más alto tribunal de la Nación ha sostenido que para que un crimen pueda ser considerado como delito de lesa humanidad y, en consecuencia, resulte imprescriptible, tendría que haber existido alguna intervención del Estado.

Este criterio restrictivo choca con lo que dispone el Tratado de Roma para la Corte Penal Internacional, que ha establecido que se entenderá como crimen de lesa humanidad cualquiera de una serie de actos cometidos "como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque". Entre tales actos, se menciona la "persecución de un grupo o colectividad, con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos", de conformidad con "la política de un Estado o de una organización de cometer esos actos o para promover una política". Es de particular importancia que se habla tanto de un Estado como de una "organización", de lo cual se desprende que para el tribunal internacional es perfectamente factible que organizaciones terroristas sin apoyo estatal puedan cometer delitos de lesa humanidad.

Al margen de la lamentable discriminación que viene haciendo la Corte, es destacable que, en las últimas semanas, se han conocido al menos dos denuncias presentadas por hijos de militares brutalmente asesinados por organizaciones guerrilleras entre 1974 y 1976, quienes plantean a los tribunales la necesidad de que se juzgue a los responsables de esos crímenes por tratarse de delitos de lesa humanidad.

Ambas demandas adquieren particular fuerza dado que ponen énfasis en el apoyo estatal que esos grupos guerrilleros recibieron, especialmente durante el gobierno de Héctor Campora, en el que algunos dirigentes montoneros que sembraron la violencia y que fueron indultados por el presidente Carlos Menem ocuparon cargos públicos, además de la ayuda brindada por gobiernos extranjeros.

Por más de una razón, correspondería que la Justicia considere que el derecho a la vida no es sólo para algunos.

Desde esta columna editorial, hemos sostenido en reiteradas ocasiones, frente a la violencia de los años 70, la necesidad de encaminarnos hacia una reconciliación nacional, que por ahora no parece fácil. Pero si se fragmenta caprichosamente la realidad, si la memoria y las lecciones del pasado no son asumidas de manera integral, sino como una forma de obtener venganza y prolongar los conflictos, sólo lograremos retroalimentar odios y aquella ansiada reconciliación estará cada vez más lejos.

Monday, July 16, 2007

EL PAIS Internacional
ENTREVISTA: El conflicto de Oriente Próximo AVRAHAM BURG Ex presidente de la Agencia Judía y del Parlamento israelí
"Ya es hora de salir de Auschwitz y fundar el Estado de Israel"
JUAN MIGUEL MUÑOZ - Jerusalén - 16/07/2007


Avraham Burg (Jerusalén, 1955) luce kipá, reloj azul celeste y atuendo informal. Ex presidente de la Agencia Judía, el organismo promotor de la Aliya (emigración de judíos a Israel) y del Parlamento, este ex dirigente laborista educado en yeshivas (escuelas religiosas) ha desatado la polémica tras la publicación de Defeating Hitler (Derrotando a Hitler). A su juicio, Israel está sofocado por la ausencia de espíritu. Observa de cerca la evolución de las comunidades judías de Estados Unidos y Francia, mucho más abiertas al resto de la sociedad, y alienta a los israelíes a obtener pasaportes de otro país. Superar el trauma del Holocausto es, para el ahora hombre de negocios, imprescindible para el porvenir del Estado hebreo. "Ya es hora de salir de Auschwitz y fundar el Estado de Israel", dice, al tiempo que alerta de ciertas similitudes entre la sociedad israelí y la alemana anterior al advenimiento del nazismo: "No hay diferencia entre el 'judíos fuera' y el 'árabes fuera'. Está escrito en las paredes, y lo más preocupante es la indiferencia de la gente".

Pregunta. ¿Cuáles son los rasgos principales de la sociedad israelí hoy?

Respuesta. Confusión, trauma y esperanza. Somos una sociedad increíblemente exitosa. Estamos asombrados. Pero también conmocionados, porque todo es cada vez mucho más difícil. En 1945 se conoció la existencia de Auschwitz, tres años antes de la fundación de Israel. Sin embargo, fue un periodo muy optimista. La gente estaba llena de inspiración y energía. Hoy hablas con la gente y dice: "Todos son unos corruptos". Es una realidad confusa. Los logros son increíbles, pero no mejoramos desde el punto de vista psicológico. En los primeros años de Israel, el trauma fue suprimido por los desafíos inmediatos: el establecimiento del Estado y la guerra de independencia... La gente no tenía tiempo para curar sus heridas. Ahora volvemos a revivir el trauma.

P. Está siempre presente.

R. Mi tesis es que, después de 60 años, ya es hora de salir de Auschwitz y fundar el Estado de Israel. Dejar atrás el trauma, que se ha convertido en el elemento principal que configura la sociedad. Cada enemigo es el enemigo máximo; cada amenaza es la amenaza final; cada antisemita es el nazi número uno. Mi argumento es que cuando te traumatizas a ti mismo, has perdido la esperanza. Se puede sospechar, dada la experiencia de los judíos. Pero sospechar siempre es una enfermedad. Si la sociedad israelí no reacciona será porque es una sociedad enferma. Debemos desafiar los pilares fundacionales de esta sociedad. La puerta de entrada a Israel para los jefes de Estado no puede ser el Yad Vashem (Museo del Holocausto). Parte de la visita, sí, porque la gente debe conocer nuestra dramática experiencia. Pero no la puerta. Algo induce al optimismo: las generaciones jóvenes están dispuestas a reexaminar los dogmas de Israel. No sé cuál será el resultado, pero esto induce al optimismo.

P. ¿Por qué dice que Hitler define la identidad israelí?

R. Cuando comencé a escribir el libro, el título era Hitler ganó. Mi punto de partida era muy melancólico y pesimista. Netanyahu, Hamás, Ahmadineyad. Cualquiera es calificado como un Hitler. Todos quieren aniquilarnos. El antisemitismo es el segundo Holocausto. Es cierto que hay enemigos que se fortalecen, pero si Israel sólo siente enemigos y cree que todo el mundo está contra nosotros, es el fin. Mi madre nació en Hebrón en 1921. En 1929, la mitad de su familia fue asesinada en una revuelta árabe. La otra mitad fue salvada, también por árabes.

P. ¿Por qué cree que la concepción del Estado como judío y democrático es la clave de su destrucción?

R. El Estado no debería tener un componente religioso en sus mecanismos de funcionamiento. Definir el Estado como judío y democrático es explosivo, porque siempre habrá una pugna entre la estructura religiosa y la democrática. Cuando se da esta lucha, especialmente en las actuales circunstancias históricas -una era muy religiosa y fundamentalista en el islam, la cristiandad y el judaísmo-, al final la teocracia prevalece sobre la democracia.

P. "Estamos perdidos. Todavía no han llegado las noticias, pero ya estamos muertos. Esto no funcionará más", ha advertido usted.

R. Lo que ha muerto es el espíritu de los fundadores de Israel. El espíritu de apertura, universalismo, libertades y democracia moderna se ha erosionado enormemente. La cuestión religiosa ha sido abandonada en manos de los ultraortodoxos. Son los guardianes del Monte del Templo. Se les ha cedido una parte de tu identidad: los rituales, las costumbres, la memoria. Y la responsabilidad sobre la relación del pueblo con la tierra se ha dejado en manos de los colonos mesiánicos. Esto es contrario a la fundación de una civilización israelí moderna. Si continuamos así, estos dos elementos nos matarán. Hay que mirar a la diáspora americana y europea. Ellos pueden ofrecer una interpretación fantástica de la relación entre nosotros y el resto del mundo, relaciones de confianza en lugar de relaciones traumatizadas.

P. ¿Por qué se siente Israel tan aislado?

R. La tradición dice, desde tiempos de la Biblia, que no se puede creer a los no judíos. Pero si analizas la situación del pueblo judío hoy y la comparas con las etapas anteriores de la historia, nunca hemos tenido una relación tan increíble como la que sostenemos ahora con el mundo. La Iglesia católica ha aceptado la legitimidad del Estado de Israel como expresión de la realidad política del pueblo judío. Jamás había sucedido. Nunca todas las superpotencias en el mundo habían ofrecido un respaldo inequívoco al Estado. Hay gente superficial que odia a los judíos por las políticas de Israel, pero decir que estamos ante el segundo Holocausto, no, por favor. No, no. El antisemitismo es hoy sólo parte del odio extendido por el mundo, como la arabofobia, la islamofobia...
El país | Sábado, 14 de Julio de 2007
LA CORTE DECLARO LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS INDULTOS A LOS REPRESORES
Sin trabas para hacer justicia

La Corte Suprema firmó la inconstitucionalidad de los indultos en la causa Riveros. La resolución salió por cuatro votos a favor, dos en contra y una abstención. El efecto de la resolución se podrá proyectar sobre todos los indultos a los acusados por crímenes cometidos durante la dictadura.

Por Irina Hauser
El indulto a un represor equivale a impunidad. La impunidad es una flagrante violación a los máximos deberes del Estado. Impunidad es una palabra gastada por fuerza de las circunstancias a la que la Corte Suprema ayer intentó mostrar en su sentido pleno para ponerle freno. Lo hizo en un fallo que hará caer por inconstitucional el perdón que concedió Carlos Menem a los autores de crímenes de lesa humanidad de la última dictadura con la vieja excusa de la reconciliación. La impunidad, recordaron los jueces supremos, es “la falta de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena” de los responsables de los secuestros, torturas y desapariciones; es lo que propicia “la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total indefensión de las víctimas y sus familiares”. Es, en definitiva, lo que los poderes públicos “tienen obligación de combatir”.

Después de algunas idas y vueltas, finalmente la Corte firmó la resolución que declara la inconstitucionalidad de los indultos que favorecieron a quienes cometieron violaciones a los derechos humanos desde el aparato del Estado. Con esta decisión quedará derribada la última valla –al menos jurídica– creada en democracia, que impedía garantizar el juzgamiento de los represores. Aunque el tribunal se pronunció sobre el caso puntual del ex general Santiago Omar Riveros, el efecto se podrá proyectar sobre todos los indultos a militares e integrantes de otras fuerzas de seguridad acusados por crímenes cometidos durante la dictadura.

Más aún, en un párrafo específico la Corte anticipa que es indistinto si el indulto se aplicó a personas procesadas que aún no tienen sentencia, como Riveros, o a condenados, como los ex comandantes Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. En ambos casos, aclara, existe inconstitucionalidad. Indultar a un procesado, apuntan, “implicaría contravenir el deber internacional que tiene el Estado de investigar” los delitos de lesa humanidad y “establecer las responsabilidades y las sanciones”. Indultar a un condenado por este tipo de crímenes, añade, contradice “el deber de aplicar las sanciones adecuadas”.

El fallo supremo viene a cerrar una etapa que se inició hace casi tres años, cuando la Corte declaró que los asesinatos, secuestros, torturas y desapariciones cometidos en el terrorismo de Estado no prescriben. Fue en una causa contra el ex agente de inteligencia Enrique Arancibia Clavel, condenado por el asesinato del general chileno Carlos Prats, que ocurrió en Buenos Aires y fue parte del Plan Cóndor.

A mediados de 2005, el máximo tribunal invalidó las leyes de punto final y obediencia debida en un expediente contra el ex policía Julio Simón, conocido como Turco Julián, por la desaparición de José Poblete y su mujer, Gertrudis Hlaczic. Dijo que los delitos de lesa humanidad, tal como determinó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (cuyos fallos son de acatamiento obligatorio) no son amnistiables. Esto significa, agregó la resolución firmada ayer, que tampoco son indultables. Así surge, recordaron, de los tratados internacionales que Argentina suscribe y del derecho internacional que debe considerarse “un auténtico ordenamiento jurídico supraestatal”.

Cuatro votos

La posición contra los indultos se conformó con los votos justos: firmaron Ricardo Lorenzetti, Raúl Zaffaroni, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda. Ellos se alinearon con el dictamen del procurador general de la Nación, Esteban Righi.

Carmen Argibay votó en disidencia. Aunque aclaró que considera inconstitucional el indulto concreto a Riveros (por tratarse de un procesado), la jueza sostuvo que hay “cosa juzgada” porque la propia Corte confirmó su sobreseimiento hace 17 años e incluso dos de los jueces de entonces, Enrique Petracchi y Julio Oyhanarte, avalaron enfáticamente el perdón presidencial. Petracchi, que sigue en el tribunal, optó esta vez por abstenerse, pese a que dos años atrás respaldó la anulación de las leyes de impunidad. Carlos Fayt focalizó su extenso voto, también disidente, en que existe cosa juzgada y que no puede haber doble enjuiciamiento. Cuestiona, además, la aplicación del principio de imprescriptibilidad en forma retroactiva.

El decreto de indulto que la Corte deja sin efecto es el 1002. Lo firmó Menem en 1989 y exculpaba a 64 miembros de las Fuerzas Armadas, entre ellos los tenientes generales Cristino Nicolaides y Leopoldo Galtieri y los generales Reynaldo Bignone, Juan Bautista Sasiaiñ, Adolfo Sigwald, José Montes, Jorge Olivera Rovere, Luciano Benjamín Menéndez, Albano Harguindeguy.

Otro de los beneficiados era Riveros, principal acusado en la causa en la que se investigan los crímenes cometidos en Campo de Mayo, donde fue comandante de Institutos Militares desde 1975 hasta 1979. Allí funcionó el mayor centro de exterminio de la dictadura –comparable a la ESMA– que, además, albergaba una maternidad clandestina. Por ese lugar pasaron unos 4000 desaparecidos y casi no hay sobrevivientes. Riveros pudo evitar que avanzara la investigación sobre esos crímenes mientras gozó del perdón de Menem, cuya nulidad hace años reclaman familiares, víctimas y organismos de derechos humanos. Pero el represor no logró eludir un procesamiento por apropiación de menores hijos de desaparecidos, que lo llevó a la cárcel.

La Corte Suprema tenía la llave para reencauzar el expediente sobre Campo de Mayo y fue el que eligió para definir la invalidez del indulto, pese a que le acarreó fuertes discusiones internas. En el mismo sentido habían fallado la Sala II de la Cámara de Casación Penal, pero en la instancia previa, la Cámara Federal de San Martín había defendido la constitucionalidad, en defensa de Riveros, contra lo resuelto en un comienzo por el juez de primera instancia.

De acuerdo con el nuevo fallo del tribunal supremo, el criterio de “cosa juzgada” está “sujeto a excepciones” y no se pude invocar cuando implica obstaculizar el enjuiciamiento de delitos aberrantes. Tampoco es un argumento válido, dicen los jueces, cuando “no ha habido un auténtico y verdadero proceso judicial”. Recuerdan que los tribunales internacionales admiten un segundo juzgamiento de crímenes de lesa humanidad cuando antes los analizó un tribunal parcial o se los juzgó como delitos comunes. Incluso admiten reabrir casos cuando aparecen pruebas de que demuestran el carácter imprescriptible de los crímenes.

Obligaciones

Por donde se mire el asunto, dice la Corte, “los Estados nacionales tienen la obligación de evitar la impunidad” y “combatirla” por “todos los medios legales disponibles”. Y no es un requisito reciente, dice el tribunal, al refrescar que al momento de promulgarse el decreto 1002 existía “un sistema internacional imperativo que era reconocido por todas las naciones civilizadas y, por otra parte, un sistema internacional de protección de los derechos humanos constituido, entre otros, por la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”. También estaba vigente, agrega, la Convención contra la Tortura.

Desde esa óptica, y a la luz de las compromisos que impone la Corte Interamericana, Sus Señorías enuncian que los indultos constituyeron una “decisión de cerrar los procesos criminales” que “cercenó las obligaciones internacionales destinadas a comprobar los delitos denunciados, de identificar a sus autores, sus cómplices y encubridores, y de imposición de las sanciones correspondientes, así como el derecho de las víctimas a un recurso eficaz para lograr tal cometido”. El alto tribunal declara la “imposibilidad constitucional de indultar a autores y partícipes” de crímenes de lesa humanidad”.

Cae el velo de la impunidad que amparó a tantos genocidas y se abre el camino firme para conocer la verdad.
Psicología | Jueves, 12 de Julio de 2007
A PROPOSITO DEL JUICIO A VON WERNICH

Riesgos del testigo
A partir de una referencia etimológica –“testigo” remite a “testículos”–, el autor examina la relación entre la actitud social frente al terrorismo de Estado y la dificilísima situación del sujeto que ha de dar testimonio del horror que padeció.
Por Sergio Zabalza *
En estas horas en que, a propósito del juicio a Christian von Wernich, se debate sobre la protección de testigos, el hecho de que el vocablo “testigo” remita, en su etimología, a “testículos” (cf. Breve diccionario de etimología, de Joan Corominas) ya supone toda una orientación para el análisis. En efecto, si se trata de evitar la repetición de un pasado ominoso, la solución no consiste meramente en poner custodios, sino en el compromiso que la comunidad toda debe asumir para, atravesando temores, disuadir la multiplicación de amenazas y extorsiones. Muchos debemos poner los testigos para acompañar al que testimonia.

Si el Otro que constituye la realidad psíquica resulta de las significaciones que comparte una comunidad hablante, está claro que la actitud social frente al terrorismo de Estado inevitablemente ejercerá su influencia en el momento en que un sujeto, enfrentando en soledad los fantasmas que son de muchos, brinde testimonio de aquellos aberrantes hechos.

Entretanto, varias hipótesis circularon para explicar la desaparición de un testigo, Julio Jorge López. Entre ellas: estrés psicológico y secuestro. Indagando acerca de los riesgos que se corren al declarar sobre crímenes de lesa humanidad, quizá descubramos una íntima relación entre ambas hipótesis.

Atendiendo al principio freudiano, según el cual la realidad psíquica prevalece sobre cualquier otra (S. Freud, “La pérdida de la realidad en la neurosis y psicosis”), y habida cuenta de los penosos avatares con que esta sociedad intenta hacer justicia, no es de extrañar la angustia e incertidumbre por la suerte de un testigo. Más allá de que sus verdugos sean fantasmas o individuos de carne y hueso, ¿cuántos más habrá como López? ¿Hasta dónde no estamos todos un poco secuestrados?

El estrés psicológico es una figura clínica con la que se intenta describir una situación psíquica de –para decirlo en criollo– No va más. Si lo que nos convoca es el posible daño psíquico al que se somete un testigo de actos aberrantes, conviene remitirse a la figura freudiana de trauma (Más allá del principio del placer, apartado II). Este remite a una circunstancia –o cúmulo de ellas– ante la cual el aparato psíquico se muestra insuficiente para procesar la avalancha de estímulos que sobre él se ejercen. Así, toda la organización de referentes simbólicos con que un sujeto estructura la realidad cae derrotada ante la agresividad propia de un accidente, ataque, abuso o tortura. La más inmediata respuesta a la que atina el psiquismo consiste en poner a distancia la imagen/recuerdo hostil por medio de su represión y olvido. Pero la naturaleza de aquellos episodios hace imposible tal solución. Razón por la cual una y otra vez retorna sobre el sujeto el padecer que aquella aciaga experiencia causó. Así, la psique intenta ir “gastando” la imagen/recuerdo al revivirla una y otra vez mediante sueños, mediante la palabra o por la sublimación con que el arte –en el mejor de los casos– suele tramitar el padecer humano. No es de extrañar entonces que Jorge López concurriera una y otra vez a los lugares donde fue víctima de horribles vejaciones.

¿Qué riesgos corre un testigo de crímenes aberrantes? Por empezar, las represalias de los remanentes mafiosos y criminales de la dictadura. Razón suficiente para sentirse amenazado, perseguido o al menos inquieto. ¿Está trastornado quien padece tales temores, en un país donde aún se reivindica el terrorismo de Estado o se propone perdonar a sus responsables? Conforme pasan las horas, todo indica que tal sujeto está perfectamente ubicado en el contexto.

Pero vamos más allá de las amenazas de la realidad circundante. ¿Qué hay de aquellas ominosas imágenes/recuerdo que en su momento superaron las defensas con las que hacerse un mundo estable? Aquí se dividen las aguas. Están los que por preparación, constitución subjetiva o fortuna, acceden a tales vivencias logrando mantener su equilibrio emocional luego del relato testimonial. Y están los que no. La comparecencia de testigos –y más si se trata de terrorismo de Estado– es indispensable para la supervivencia de un régimen de derecho. No es necesario abundar en razones y fundamentos para argumentar cuánto cuidado requiere nuestra dañada y valiente gente que accede a brindar su testimonio. De lo que se trata es de vislumbrar en qué consiste ese resguardo.

En Lo que queda de Auschwitz, Giorgo Agamben desarrolla la diferencia entre testigo y superstes. El primero es aquel que, por poner cierta distancia respecto de los hechos, logra brindar una versión que resguarde su integridad psíquica. El superstes, en cambio, es quien, por estar aún presente en los hechos, no logra ubicar cierta distancia respecto de su fidedigno relato; queda tomado de tal forma que el trauma ominoso sobreviene actualizado, en su subjetividad. Por eso, para Lacan, esta acepción de testigo remite a mártir del inconsciente (El seminario. Libro 3 Las psicosis, clase 10).

Agamben conjetura que Primo Levi fue un superstes cuya imposibilidad de brindar una versión de los hechos –una más– terminó por aniquilarlo. Y por algo Jorge Semprún renunció a describir su experiencia en los campos de concentración, ya que, por no contar con aquella distancia protectora, sentía que la práctica de escribir lo sumergía cada vez más: “Me ahogaba en el aire irrespirable de mis borradores, cada línea escrita me sumergía la cabeza debajo del agua, como si estuviera de nuevo en la bañera de la villa de Gestapo, en Auxerre. Me debatía por sobrevivir. Fracasé en mi intento de expresar la muerte para reducirla al silencio: si hubiera proseguido, la muerte, probablemente, me habría hecho enmudecer” (J. Semprún, La escritura o la vida, Barcelona, Tusquets, 1995).

¿Hasta dónde no somos todos un poco superstes? Si de lo que se trata es de evitar la repetición de un pasado de horror, no bastan los custodios para vencer a los fantasmas. Para cuidarnos los testigos, hay que poner más “testigos”, en el sentido etimológico que he señalado para esta palabra. Carlos Rozanski, presidente del tribunal que condenó a Miguel Etchecolatz, sostuvo que “la Justicia no sólo puede ser productora de verdad, sino que puede ser una instancia reparadora” (Página/12, domingo 1º de octubre de 2006).

Así, los inestimables relatos testimoniales, lejos de hacer recrudecer las nefastas consecuencias de aquel horror, constituirán una oportunidad de reparación, tanto para quien atestigua como para la sociedad toda. Si es que aspiramos a que la Justicia, y no el silencio de los cementerios, sea el fundamento y albergue de la paz.

* Psicoanalista. Autor de La hospitalidad del síntoma.
La Nación
Enfoques
Medio Oriente
Palestina: documentos contra el olvido


http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/enfoques/nota.asp?nota_id=923774

Unos 750.000 palestinos que vivían en lo que hoy es territorio israelí fueron empujados en 1948 a un exilio que, creyeron, sería sólo temporario. Más de medio siglo después, muchos de ellos aún conservan los títulos de propiedad, otorgados por la corona británica, de las que fueron sus tierras, un legado que atesoran y pasan de generación en generación porque son testimonio de su pasado y de su identidad

CAMPO DE AL SHATI, GAZA .- Hace más de medio siglo que malviven, como almacenados, en esas gigantescas villas miseria cuyo nombre -"campo de refugiados"- desmiente la falsa idea de situación "provisional" con que vienen soportando su penoso destino desde hace décadas y décadas.

Y, al igual que los nietos que ya llegaron y en buen número, ellos saben distinguir el ruido de un avión o de un tanque israelí mucho antes de poder verlo. Y, apenas eso ocurre, cumplir el rito del superviviente, que lleva a abandonar, en el acto, aquello que estén haciendo para huir. Para fundirse entre el laberinto de callejuelas angostas en busca de un refugio que no existe. Ocurre a menudo. La última vez fue hace pocos días.

Pero, en el momento de escapar del miedo, si algo distingue a los palestinos más viejos es que ellos suelen correr con algo precioso bajo el brazo: la lata -de marca ya gastada por el tiempo- en la que guardan la escritura de propiedad de la tierra que fue suya o de su familia. Y que hoy forma parte del Estado de Israel.

"Son un tesoro, son documentos sin precio. Son nuestra alma, nuestro sentido. La prueba testimonial de que la tierra era nuestra y de que nos la quitaron sin que a nadie le importara", dice Abdulla Mohmad Mikdad.

En 1948, cuando Mikdad tenía doce años, abandonó con su familia la granja paterna en la localidad de Hamama, para "huir del avance de las tropas israelíes". Como una cebolla germinada para proteger su "tesoro", este jefe de familia palestino extrae ante LA NACION, capa tras capa, los documentos testimoniales de aquel pasado próspero de lo que hoy es su último envase: una bolsita de plástico.

Manchados de humedad, amarillentos y frágiles por el tiempo, los títulos de propiedad llevan el monograma -y la autoridad que representaba- de la corona británica, que gobernó en esta zona hasta mayo de 1948, en que, con su retirada, se produjo el nacimiento simultáneo del Estado de Israel.

"¿Se da cuenta de que estos papeles tienen escrita la esencia de esta historia?", añade Mikdad, en referencia a las seis décadas de conflicto árabe-israelí por el sueño de una patria en un mismo sitio: Medio Oriente.

Asegura que su vida dio un giro aquella mañana de 1948 en que, poco tiempo después de que se proclamara el Estado de Israel, se subió junto a sus padres y a sus otros tres hermanos en el camión militar con el que empezó un exilio que jamás pensó tan largo. "Creíamos que era sólo por unos días. Nos dijeron que era sólo por unos días y por razones de seguridad", dice Mikdad en la sala de estar de su humilde vivienda en el campo de refugiados. Uno de sus nietos mira desde el vano de la puerta y escucha, una vez más, la historia del pasado que se le escabulló.

A punto de cumplir medio siglo el año que viene, aquel exilio impuesto por la geopolítica empujó fuera de sus casas a 750.000 palestinos que vivían en lo que hoy es Israel. Familias enteras que pasaron a ser exiliados, deportados, refugiados, con una promesa de temporalidad que se fue convirtiendo en permanente.

Y, si bien el relato se recoge en este mísero rincón llamado "Campo de Al Shati", lo mismo podría ocurrir en cualquiera de los otros que hoy existen tanto aquí, en esta aislada Franja de Gaza, como en la vecina Cisjordania. O bien en el Líbano, en Siria y en Jordania. En conjunto, se estima que son más de cuatro millones los palestinos refugiados que descienden de aquellos primeros 750.000 que partieron en el éxodo de hace medio siglo.

Lo que poco se conoce de esta historia y rara vez se muestra son los papeles, aquellas escrituras de propiedad con el sello británico que hablan de la memoria que emprendió ruta con aquel exilio. Es que pocos preguntan por ellas. Y no son escrituras fáciles de encontrar: los refugiados las atesoran en sus modestas viviendas, de modo desorganizado. No se conoce, en esta tierra ocupada por otras urgencias, esfuerzo persistente por sistematizarlas.

"En todos estos años, salvo mis vecinos y mi familia, nadie, nadie preguntó por estos papeles. Nadie del gobierno palestino, nadie de ninguna organización", dice Mikdad, mientras convida la infaltable taza de té a cuyo calor narra la historia que fue suya y de su familia. Lo hace sin otra expectativa que la de ser escuchado. En ningún momento pregunta qué destino se le dará a su testimonio, ni invierte siquiera un segundo en lamentarse.

Tampoco habla de política. "Yo de eso no entiendo ni me gusta", dice. Y sólo cuenta lo que le ocurrió, hace tanto tiempo, fresco como el primer día, sobre la base de esos documentos amarillentos. Ni siquiera menciona la palabra "Nakka", que usan los palestinos para referirse a ese éxodo, al que califican como su peor "tragedia" como pueblo sin país.

Otros vecinos guardan más símbolos de aquel pasado. Y atesoran no sólo las escrituras de propiedad sino también las llaves de las casas que fueron suyas. Y los documentos que perfilaron su identidad -un pasaporte firmado por la autoridad británica, por ejemplo, y también algún visado- hasta que todo eso perdió sentido y pasó a ser papel mojado, cuando llegaron los carnets de color azul que los señala a los ojos del mundo como refugiados.

Gente que habita en campos como el cercano de Yabalia, con tanta población como la de un pueblo de la provincia de Buenos Aires, sólo que hacinada en un laberinto de cemento, de techos de plástico y de desagües de cloaca siempre escasos, donde los niños pululan entre la basura y, al grito de "sowane, sowane" (para pedir que se les tome una foto), festejan, ruidosamente, la experiencia de estar vivos pese a tener ya los ojos tan llenos de ataques. Y de muerte.

Tierra castigada

Niños por todos lados, niños que rodean, que buscan, que saben y que corren entre los gritos de alerta de quienes ya oyeron el ronroneo de un avión israelí sin piloto en el cielo, que es lo que aquí puede oírse en cualquier momento, silenciándolo todo.

Todo, menos la poca escuela y la escasa infancia de estos niños indomables, que rodean a LA NACION mientras llega a la casa del ex granjero -y hoy vendedor callejero de verduras- llamado Mohamad Alnahal, que muestra la segunda escritura de propiedad a la que se tuvo acceso durante estos días de escalada bélica.

Y es parecida, muy parecida a la primera que exhibió Mikdad, con data -aquélla- de septiembre de 1945, tres años antes, apenas, de perder la tierra. Esta segunda, la de Alnahal, es de 1941, siete años antes de que su tierra se convirtiera en lo que hoy es Israel.

Redactadas en inglés y en árabe, las dos escrituras identifican el predio -su ubicación, el distrito y su nombre-, así como su extensión en "dunums", la unidad de medida que, sin mucha precisión, aludía en la antigüedad a la cantidad de tierra que un hombre podía arar en un día. Y que hoy, con mucho más rigor, equivale a 1000 metros cuadrados.

A sus 83 años, rodeado -cuándo no- de un ejército de nietos y vestido con una chilaba de blanco inmaculado, Alnahal empieza su relato casi del mismo modo que Mikdad. Ambos parten de la misma convicción, aquélla que coincide en afirmar que ninguna de las dos familias creyó jamás que la condición de "refugiado" era para siempre.

"Estábamos seguros de que era una deportación temporaria. Y de que nos dejarían volver", dice Alnahal.

Tanto es así que, junto con la caja de la escritura, el hoy vendedor ambulante abre un segundo paquete lleno de pequeñas hojas amarillentas. "Son los impuestos", dice, al mostrar recibos correspondientes a 19 años de pago, entre 1929 y 1948, que fue el último. La última tasa fiscal data de poco antes de que, el 14 de mayo de 1948, naciera el Estado de Israel.

"Nadie paga impuestos por una casa a la que no va a volver", dice, para confirmar la expectativa de un éxodo "temporal" que albergaba, por entonces, su familia. Apoyada sobre el Mediterráneo, la finca quedaba en las afueras de Ashkelon, la tierra donde se asegura que nació Herodes y donde hoy funciona el balneario más austral de Israel.

Los manuales de historia recuerdan que el plan de Naciones Unidas para la región asignó esa tierra a los moradores árabes palestinos. Pero el conflicto avanzó, las tropas israelíes también y se quedaron con la zona, que fue rápidamente poblada por nuevos colonos. Los antiguos ocupantes fueron trasladados en camiones hasta este territorio, el de Gaza.

"Son pocos kilómetros de distancia, pero nunca más pude volver", dice Alnahal. Cuenta su pasado desde apenas media hora en auto de lo que fue su casa, pero a años luz de regresar a ella con libertad. No puede. No puede salir del pequeño perímetro de este territorio minúsculo, cerrado en estos días a cal y canto por decisión del gobierno israelí.

Los libros de historia cuentan también que los nuevos pobladores de la zona fueron, en su mayoría, supervivientes del horror sin paliativos del Holocausto.

La tierra que fue de Alnahal hoy tiene otro dueño. Con la ayuda de un mapa y algunas indicaciones, LA NACION recorrió la zona en busca de testimonios sobre aquel pasado. "Ha pasado mucho tiempo", fue el testimonio coincidente en un tema que no parece suscitar mucho interés.

El caso de Mikdad fue distinto. Cuenta que sí, que él una vez pudo regresar y verla desde lejos. "En lo que fue la casa de mi familia había un pequeño campo de naranjas. Uno de mis hijos me acercó una. La tuve un rato entre las manos, le arranqué la piel e intenté probar un gajo. Pero no pude tragarlo", recuerda.

Tiene doce hijos y asegura que legará a ellos los papeles que ahora enseña. "Temo que, tal vez, usted no pueda valorar lo profunda que es nuestra relación con estos documentos. Ellos son lo que nosotros hemos sido, hasta que nos empujaron. ¿Comprende?, dice, Mikdad.

Mientras, lo que sí reitera Alnahal es la decisión de no mezclar su historia familiar con nada que huela a política. "Alá sabe lo que cada uno hizo. Alá sabe quién hizo bien y quién no. Soy un hombre de mezquita", dice, la voz suave entre el enjambre de nietos.

En lo que hoy es su casa de refugiado, guarda otra vez las escrituras de lo que fue su casa junto al mar. Las mete primero en la bolsa y luego en la vieja lata. Como a un tesoro.

En un rato será la hora del rezo. El momento en que los hombres se inclinan en las alfombras que apuntan a La Meca. Una enorme onda simultánea que busca respuesta.

La ola que crece. Y que desconcierta a Occidente.
Por Silvia Pisani
Contrastes a un lado y otro de la frontera

CIUDAD DE GAZA .- Es tan chica la Franja de Gaza que cuesta creer que semejante volcán político apenas sea visible en el mapamundi.

Ocupa nada más que 360 kilómetros cuadrados. Lo que significa que podría caber siete veces en lo que es la provincia más chica de la Argentina: Tierra del Fuego.

Sin embargo, su población la supera en más de diez veces. Mientras que en Tierra del Fuego apenas habitan 130.000 personas, en la Franja de Gaza -siete veces más chica- viven 1.500.000. Es uno de los territorios más densamente poblados del mundo.

"Esto es una cárcel. Nos tienen encerrados", suele ser la queja en esta tierra que podría ser un paraíso y donde, sin embargo, lo que se respira es precariedad. Incluso en los tiempos de paz. "Esto es un campo de prisioneros", dicen otros.

El 80 por ciento de lo que se consume aquí viene de Israel. La producción local, fundamentalmente agrícola, se ha visto mermada por las ofensivas militares de los últimos años.

Recostada sobre el Mediterráneo, está separada de Israel por un muro, en el Norte, y por una sucesión de cercas en los 40 kilómetros de su borde oriental. El gobierno israelí controla sus pasos fronterizos y también ejerce vigilancia sobre el mar.

Lo primero que se ve al llegar al paso de Erez, el único habilitado para el cruce de civiles desde Israel, es un enorme zepelín blanco, teledirigido y saturado de cámaras, con el que Tel Aviv ejerce vigilancia.

Lo segundo, es el contraste. De un lado del muro está el Israel próspero y moderno. Del otro, los carros tirados por burros, la basura y la ropa andrajosa.

Según la Autoridad Palestina, casi el 70 por ciento de la población de Gaza vive en campos de refugiados. El sueño de muchos de ellos es irse de allí.

En Israel, son numerosos los intelectuales que exponen a favor de una revisión de lo ocurrido con las tierras palestinas. Una de las voces más activas es la de Amira Hass, una reconocida periodista israelí, hija de supervivientes del Holocausto, que periódicamente reside en Gaza.

En Gaza no hay museo alguno sobre el éxodo de los refugiados palestinos. En Líbano, donde residen cientos de miles, se ha montado uno. Por eso aquellas viejas escrituras, las llaves y los documentos se desperdigan aquí. Y allá.
15.07.2007 | Clarín.com | Zona

A FONDO | VIKTOR SCHMYROV HISTORIADOR RUSO, DIRECTOR DEL MUSEO GULAG PERM-36
"Si olvidamos el terror totalitario, tarde o temprano lo veremos regresar"

Los Museos de la Memoria, construidos en distintas partes del mundo para evocar el horror de las matanzas y genocidios, son también el resultado de una activa participación de las sociedades civiles.
--------------------------------------------------------------------------------
Fabián Bosoer.

Se dedicaba a estudiar y enseñar, sin grandes complicaciones, la historia rusa de los siglos XV y XVI en la Universidad de Perm, 1300 kilómetros al este de Moscú, cuando la implosión de la Unión Soviética comenzó también a él a cambiarle la vida. Viktor Schmyrov, de 61 años, inició entonces una tarea ciclópea, la de recolectar y recuperar testimonios de la represión en los Gulag soviéticos, campos de trabajo forzado donde encontraron la muerte varios millones de personas. En las afueras de su ciudad, ubicada en Siberia, funcionaba uno de los gulag más famosos. Schmyrov trabajó con sus propias manos para levantar allí un museo que permitiera a todos conocer y recordar lo que había sucedido.

Estuvo en Buenos Aires, invitado por la Coalición Internacional de Museos de Conciencia en Sitios Históricos y Memoria Abierta, como parte de la delegación internacional que participó del coloquio "El museo que queremos. La transmisión de la memoria a través de los sitios".

Se mostró vivamente impresionado al visitar las instalaciones de la ESMA: "Un museo en un lugar equivalente auspiciado por el Estado sería algo impensable hoy en Rusia", señala.

¿En qué momento se empieza a conocer en la Rusia actual lo sucedido en los gulag soviéticos?

En la época soviética se habían realizado investigaciones sobre la represión y no era para nosotros ningún misterio la negra historia del gulag. Pero era difícil, si no imposible, dedicarse a la historia de esa época porque los archivos estaban prohibidos, no había acceso a ellos. Lo que ocurrió en 1991, inmediatamente después de la desintegración de la URSS, es que se abrieron parcialmente los archivos y apareció la posibilidad de ocuparse de una investigación seria y profunda de los regímenes totalitarios.

¿Qué eran concretamente los gulag?

Eran campos de confinamiento de prisioneros políticos, de trabajos forzados, que funcionaban en la práctica como campos de concentración y lugares de exterminio, especialmente durante la época de Stalin. Eran decenas de miles. Luego, muchos se transformaron en lugares de encierro para delincuentes comunes. El campo situado en Perm, mi ciudad, era el más antiguo que se conservaba.

¿Se sabe la cantidad aproximada de gente que murió allí ?

En la totalidad de ellos, la cifra que ahora no se discute es entre treinta y cuatro y treinta y seis millones de personas. Entienda: sólo en los campos de concentración. Pero había otras formas de represión. En la parte sur del vasto territorio, los campesinos fueron enviados, exiliados, a la taiga, en el norte, ¡por decenas de millones! Pueblos y naciones enteras fueron "transferidas" de una región a la otra. Por ejemplo, en febrero del 44, fueron enviados a Siberia y a Kazajstán toda la gente de Chechenia; toda, no quedó ni uno solo y así también de otras nacionalidades.

¿Qué es lo que los motiva para construir un Museo de la Memoria en aquel sitio donde funcionó un gulag?

Hemos entendido, como le decía, que era el único campo de concentración que se ha conservado de los tiempos de Stalin. Y era evidente que si no hacíamos na da allí, dentro de unos años, todo aquello iba a desaparecer de la faz de la tierra. Y no teníamos otra salida que inventar algo para poder conservarlo.

¿Qué había quedado de aquel lugar?

Eran algunas decenas de barracas de madera que estaban destruidas o semidestruidas o en proceso de destrucción, en medio del bosque. Eran propiedad del Estado, pero abandonada. La solicitamos, nos la dieron, no les hacía falta. Cuando ya habíamos reconstruido algo, vinieron los funcionarios e hicieron un inventario. O sea que el Estado pensaba que no tenía esas propiedades, esas barracas, esas construcciones; y descubrió luego que sí las tenía El museo, para entonces, ya se había levantado, con nuestras propias manos.

¿Tenían alguna institución o grupo patrocinante?

Se fundó una organización social, el Museo Memorial Perm-36, de la cual soy director. Recibimos un dinero del presupuesto regional. Atrajimos la atención de los fondos benéficos internacionales y empezamos a recibir donaciones de diversas organizaciones. Del presupuesto federal, o del gobierno federal, nunca hemos visto ningún apoyo, ni monetario ni de ninguna índole.

¿A qué atribuye ese escaso interés oficial?

Lamentablemente, en nuestro país la historia de la represión y el genocidio se enseña terriblemente mal. Desde principios hasta la mitad de los años 90, se hablaba y escribía bastante. Luego, ese tema se redujo mucho. Con el actual presidente, se silenció directamente.

¿Con la etapa de los gobiernos de Putin se clausuró esa disposición a revisar el pasado?

La situación cambió radicalmente, Putin decretó que la historia "debía ser positiva". Después de lo cual se sacaron de los colegios los manuales de historia, en los cuales estaba contenida gran cantidad de testimonios sobre las represiones del totalitarismo. Se decidió que solamente se iban a usar los manuales recomendados por el ministerio de Educación... Por ejemplo, para el último año de los colegios, el manual de Historia es desde el año 1917 hasta la actualidad. O sea, el período soviético. La palabra "gulag" solamente se menciona dos veces. Y ambas veces está en letra pequeña. En los manuales no existe la represión, no existen los campos de concentración, no hay millones de desaparecidos, ejecutados, muertos. Solamente en el año 1931, en nuestro país murieron por hambruna no menos de siete millones de campesinos. Es un hecho que todo el mundo conoce y nadie discute, está aceptado. Sin embargo, no está en los manuales, no se estudia.

¿De manera que los jóvenes que visitan el museo desconocen esa parte del pasado?

Cuando nos visitan los niños de las escuelas -el ingreso está permitido para los mayores de 14 años- sufren un shock. Nos dicen: "No sabíamos que nuestra patria tenía semejante historia".

¿La sociedad rusa no quiere mirar demasiado lo que significó aquella parte de su historia?

El fenómeno de nuestra sociedad es que Putin no fue puesto así nomás. El no viene de otro país, ni invadió nuestro país, fue elegido por mayoría de votos en elecciones nacionales sabiendo exactamente que era un oficial de la KGB. Si existiera esa memoria nacional, él no hubiese sido elegido y nuestra historia sería distinta. Ahora nos encontramos en un Estado declaradamente autoritario. Una de las causas, no la más importante, pero sí importante, es justamente la ausencia de memoria.

¿Qué mensaje les queda a los jóvenes que visitan el Museo?

No tenemos un único criterio. Les decimos, cuando salen, aquello con lo que vamos a terminar nuestra conversación: nuestra historia fue terrible, sangrienta, una de las más terribles y sangrientas de toda la historia de la humanidad. Es la historia no sólo de matanzas masivas, sino de la pretensión de erradicar las cualidades humanas de toda la población de una nación. Y la salida de esto es única: es lo que nosotros llamamos en nuestro país "valores occidentales": son los valores liberales occidentales. Yo quisiera que esos niños no solamente recuerden su pasado sino que entiendan que mientras no haya un proceso democrático serio, vamos a seguir viviendo de esta forma. Si olvidamos el terror totalitario, tarde o temprano lo veremos regresar.

¿Qué impresión tuvo al visitar las instalaciones de la ESMA en Buenos Aires?

Estoy impresionado por la decisión del Gobierno de entregar ese complejo, una veintena de hectáreas con gran cantidad de edificios, para la construcción de un gran memorial. Eso era el comienzo de nuestros sueños a principios de los 90, y ahora estamos bien lejos de esas aspiraciones. He visto un muy fuerte impulso para recuperar estos lugares que deben ser no sólo como un santuario de la memoria de un pueblo sino también espacios de actividad cultural y encuentro de las organizaciones sociales y de derechos humanos, de todos los sectores. Esto es algo muy destacable que no ocurre en otras partes del mundo y que requiere también un apoyo del conjunto de la sociedad.

¿Qué reflexión le merece el hecho de que la ideología de los victimarios en la Unión Soviética fue aquella por la cual se persiguió y aniquiló a cientos de miles de personas en América latina? Las matanzas fueron aquí realizadas en nombre de la lucha contra el comunismo.

Comparando la Rusia soviética y las dictaduras de América latina, creo que las cosas han sido distintas. Aunque algo tenían en común: que tanto Stalin como las Juntas necesitaban el terror como medio. En un caso, para reprimir a la población; y en el otro, para garantizar una explotación extremadamente feroz. Los objetivos eran distintos, pero el método era el mismo: el terror, como instrumento de sumisión. El terror siempre tiene ese objetivo, no tiene ideología.

Un museo visitado hasta por la KGB

El Museo Gulag de Perm-36 conserva como sitio histórico el único campo de trabajo que queda de la era stalinista. Este museo fue pensado y construido como un centro educativo sobre la historia de la represión política y del totalitarismo en la ex Unión Soviética. Allí se realizan debates, recorridas guiadas con ex guardias y presos y conferencias internacionales sobre derechos humanos.

"A pesar de que el campo se encuentra bastante lejos de los centros urbanos, en medio del bosque, todos los días, aun en el invierno cuando todo está cubierto de nieve y hace mucho frío, llegan en promedio entre 200 y 300 personas", explica Víktor Schmyrov, su fundador y director.

Y recuerda dos anécdotas significativas: "Hace un año y medio vino un grupo bastante grande de generales de la ex KGB, los actuales servicios de inteligencia. Estaban atrasados; llamaron y nos pidieron que por favor nos quedáramos, inclusive si llegaban durante la noche. Al principio del encuentro, la atmósfera estaba muy densa. Pero al irse, en el libro de visitas anotaron: "Este museo está dedicado a una historia terrible. No quisiéramos que esta historia se repitiera ahora. Pero esto sucedió, y debe haber un museo así".

En otra ocasión, vino un grupo de viejos comunistas, muy prevenidos y casi para provocar. Al salir dijeron: "Gracias, no sabíamos nada de todo esto".

Señas particulares

Dirige el principal Museo de la Memoria que existe en Rusia, el Gulag Perm-36, e integra la Coalición Internacional de Museos de Conciencia en Sitios Históricos.

EDAD: 61 AÑOS
NACIONALIDAD: RUSO
ACTIVIDAD: HISTORIADOR Y ACTIVISTA DE DERECHOS HUMANOS

Copyright Clarín, 2007.