Monday, April 02, 2007


LA MEMORIA Y EL ORDEN DE LAS PALABRAS
El primero de abril el Presidente García apareció ante los medios de comunicación, y ante familiares de las víctimas del conflicto armado interno, para anunciar que firmaba un Decreto Supremo que instaba a las autoridades ediles y regionales, a conmemorar a los "mártires del terrorismo" miembros de las fuerzas armadas y policiales, asi como al personal civil caído en la lucha contra el terrorismo.

Quiero hacer una reflexión a partir de una cita de su discurso: "Entre quienes cumplieron con su deber hay una hermosa lista de soldados, marinos, aviadores, policías y autoridades civiles que comprendieron el enorme peligro que corría la nación ante este fenómeno, que por momentos parecía incontenible”, fueron las palabras del Presidente García para dar cuenta del universo de servidores públicos y actores politicos y sociales que dieron sus vidas en nombre de la república y la democracia. Con este Decreto Supremo se invita a las autoridades actuales a nombrar calles y plazas con los nombres de los inscritos en esta relación, de manera que su heroísmo quede marcado para la posteridad.

Pero el párrafo citado pudo tener un orden distinto, una apelación mucho más significativa y pedagógica para la ciudadanía y para la clase de ciudadanía a la que aspiramos. Si notan el acento de la frase del Presidente, la mención directa es a "soldados, marinos, aviadores, policías", tal orden de las palabras no es gratuito, organiza no sòlo una relación de aquellos caídos, también sugiere el significado de lo que se proclama: fue una guerra de "nosotros contra ellos", donde "nosotros" tiene pues un orden de presentación que también sugiere una suerte de jerarquía emocional en el reconocimiento de los caídos -militares en primera línea-.

Así, en el orden correlativo de la frase presidencial se identifica genéricamente a cada miembro de las fuerzas armadas. Solo al final de la relación se usa "autoridad civil" para dar cuenta de la sociedad civil, de los "no combatientes". En este empeño de síntesis hay un disimulado énfasis por mostrar -pedagógicamente- lo que fue y significa esa "guerra" para el statu quo. No es un mensaje nuevo, casi desde sus inicios se ha querido imponer la idea de que los militares salvaron al país... a pesar de los civiles.

Otro pudo ser el ordenamiento y la composición de los actores inscritos en este montaje conmemorativo. El Presidente pudo reforzar su mensaje de defensa de la democracia y del valor del pueblo y la ciudadanía, apelando a las autoridades civiles como diputados, jueces, alcaldes provinciales y distritales, regidores, funcionarios públicos, presidentes y dirigentes de comunidades campesinas, tenientes gobernadores, gobernadores, militantes de partidos politicos y sus dirigentes, dirigentes gremiales y barriales, marinos, soldados, aviadores, policias. Hay una diferencia notable en una relación como esta porque remarca que hubo una sociedad civil representandose y defendiéndose activamente en medio de la amenaza subversiva, de héroes civiles y militares que cayeron en nombre de esa sociedad representada. Ese podria haber sido un mensaje más claro a la ciudadanía de que la república es una hazaña de sus ciudadanos, no una épica belicista de militares. Pero en el DS la intención es otra.

El Decreto Supremo habla del "personal civil". Parece que el decreto fue redactado en un cuartel o por algun amante de la vida cuartelaria. No hay ciudadanos en la retórica del Presidente, sólo "personal civil". Viendo la relación de "personal" reparamos que hay "dirigentes políticos" y "dirigentes sociales", sin que el ciudadano común pueda averiguar más acerca de la organización política o social en nombre de la cual cayó tal o cual persona. Cosa distinta en la relación de los miembros de las fuerzas armadas. Con todo, ¿cómo se elaboró esta relación de "personal civil"??.

¿Habrá obedecido este sólo "balconazo" de García a motivaciones menos evidentes? El gesto carece de contenidos sinceros, habla de martires y da 30 dias para que se sumen a su relacion los que faltasen. Treinta días... y quién sabe que otros nombres faltan? Yo uno. El de Fermín Azparrent, militante del Partido Comunista, alcalde provincial de Huamanga, asesinado por Sendero Luminoso en 1989. Es el primero que recordé mirando la lista. Pero reparo que casi no hay Partido Comunista, y que en el lugar donde lo asesinaron en Huamanaga, no hay nada que lo recuerde. ¿Será que nadie lo recuerda por que no hay PCP? ¿Porque fue comunista?. Azparrent fue atacado por Sendero y por los militares. Intentaron matarlo muchas veces y escapó con vida, pero nunca abandonó su cargo, y sabía que lo buscaban para matarlo.

http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20VII/Casos%20Ilustrativos-UIE/2.35.FERMIN%20ASPARRENT.pdf

Lo recordé, porque estuve en Huamanga en 1988, poco después que arrojaran dinamita a la puerta de su casa, en uno de tantos intentos por aterrorizarlo. Esos días, poco antes de que llegue a la ciudad, también asesinaron a otro alcalde, a Victor Raul Yangali, aprista, escribano de Huanta, sabía como Azparrent que pendía de él la amenaza de muerte, y resistió y se quedó hasta ser asesinado. Lei una entrevista que le hizo La República días antes de morir, realmente un héroe civil. Siempre me conmueve recordar esto, ser elegido para representar y al mismo tiempo -sin mucho saberlo- haber sido elegido para morir, para quedar traumatizado, para ser perseguido. Lo experimenté nuevamente poco tiempo después, cuando militaba en el MAS y veía admirado la valentía de Maria Elena Moyano, pero al final mataron a la Teniente Alcaldesa, y a su entierro fui ese 1992.

Pero a Yangali la memoria del aprismo lo tendrá presente -espero- siempre. ¿Qué se hace con los que fueron de la Izquierda Unida?. A Moyano, que aparece en la relación, no se la recuerda como militante del MAS, o sea, de IU. Pero al menos el sistema la ha convertido en una mártir, despolitizando al personaje, poniendola dentro de otro marco significativo, ese que la fotografia de Yuyanapaq mostraba: la "madre coraje". No la ciudadana, sino la madre. En la relación de El Peruano se olvidan que fue Teniente Alcalde, aparece como "dirigente social". En fin. En política no hay casualidades, dicen. Y la memoria que se propone es el resultado y el prospecto político de un sector del país. La figura del mártir en esta relaciòn esta sutilmente desprovista de su sentido polìtico. No hay nomenclaturas polìticas, no hay huella de las creencias polìticas y de la militancia del "personal civil", tampoco de la sociedad a la que pertenecìa.

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